Peaches [noren]

04

-Casarme contigo sería lo último que haría. Es como... Tendría que estar en mi lecho de muerte y que la única solución sea esa para querer hacerlo realmente, solo estoy siendo un buen ciudadano al ayudarte.

-No me estás ayudando, te estoy pagando.

-No necesito tu dinero, Lee...-empujó su hombro frunciendo el ceño.-Pero ya me hundiste en tu desastre y amo mi trabajo.

El más alto rodó los ojos moviendo sus manos frente a su rostro con un gesto que hacía entender que Renjun hablaba demasiado para su gusto, el mayor en serio estaba apunto de tirarle la copa de agua frente a él cuando la puerta se abrió y todos sus jefes se abrieron paso en el lugar.
Cuando Lee le hablo y presto atención, o al menos intento fingir que no estaba balbuceando cosas que no le interesaban escucho que solo su jefe sabía que era familia del—prácticamente— dueño, ya que ni Jeno ni su familia querían que tuvieran un trato diferente hacia el así que era algo oculto el hecho de que era nieto del mayor accionista, muy bien oculto desde el punto de vista de Renjun.

Todos tomaron asiento aún un poco extrañados de la desconocida razón de la reunión, pero Renjun no iría por rodeos, era un hombre claro y no dejaría de serlo ahora.

-Hola, se que se preguntarán porque están aquí y no es para menos, Renjun y yo tenemos algo importante que anunciar, así que les diremos...-miro a Jeno y este asintió luego de devolverle la mirada.

-Si, debemos decirles algo... Nosotros...-llevó su mano detrás de la espalda de Jeno y el pelinegro totalmente incomodo hizo lo mismo.-Nos vamos a casar.

El silencio en la sala fue peor de lo que pudieron llegar a pensar, era como si el tiempo se hubiera detenido y el único ruido fuera el del AC y la molesta respiración de Jeno a su lado.

-Si, nos vamos a casar.-canturreó Jeno soltando una risita para romper la incómoda atmósfera.

-Si, jaja...

Todos sus superiores los miraban como si hubieran contado un muy mal e incómodo chiste pero en algún punto cuando no vieron más reacción por parte de ellos empezaron a felicitarlos entre susurros y palabras entrecortadas.

-Oh, no sabía que ustedes tenían algo, pero felicidades.-sonrió el señor Song con el ceño ligeramente fruncido.

-Si, felicidades.-y las incómodas felicitaciones continuaron.

Para las 12:00 pm ya todo su edificio sabía de su compromiso y no paraban de mirar el anillo de Renjun, algunos con disimulo, otros lo detenían directamente para ver la hermosa piedra y adivinar su valor.

-Hyung...

Dejo de mirar su computadora para mirar al menor el cual tenía una extraña expresión, como si le hubieran dado un puñetazo en la cara.

-¿Estás bien?

-¿Como es que te vas a casar con el enemigo?

Jisung era lo mas lindo, en serio, desde que entro como pasante se había pegado a él como una sanguijuela, y Renjun ni siquiera lo había buscado intencionalmente, solo le pedía café al primer pasante que veía pasar. Park simplemente lo había elegido, haciéndose amar a las malas llevándole café y pidiéndole consejos y aunque la gente pudiera pensar lo contrario Renjun tenía un muy lindo corazón cuando quería así que lo había adoptado como suyo y nadie podría hacerle daño o abusar de él bajo su guardia. Jisung era su bebé gigante.

-Sung, ¿que pasa?-se puso de pie.

Jisung frunció el ceño acercándose totalmente a él antes de tomar su mano izquierda y soltar un jadeo.

-¿Es que desde cuando sales con el? ¿Todo el odio era una pantalla para ocultar que estabas locamente enamorado de él?-Renjun abrió su boca pero el menor simplemente continuó hablando.-¿Tres años saliendo? No puedo creerlo, incluso no puedo creer que te besaras con el en la sala de fotocopias...