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Habían llegado a casa a las 12:14 a.m.

A Soojin se le había ocurrido la maravillosa idea de pasar por un bar que había visto al visitar la ciudad con su madre y tía. La feria en algún punto los había aburrido y todos estuvieron de acuerdo con su idea.

Fue divertido porque era noche de karaoke y Mark terminó haciendo una interpretación maravillosa de "Eyes, Nose, Lips" que casi los hace llorar, ninguno podía asegurar si era de la risa o por el sentimiento pero para cuando eran las once Jaehyun estaba muy rojo y quería bailar hasta las melodías del baño.

Honestamente habían pasado un buen rato, lo encontraba una bonita forma de despedirse de ellos aunque estos no supieran que era una despedida, ya quedaba poco para regresar a su vida real y si debía ser honesto no sabía si estaba totalmente listo. Le gustaba la familia de Jeno, todos eran amables y cálidos, lo habían aceptado sin chistar y ahora no se imaginaba en otra familia con su pareja real tratando de impresionar gente que ni siquiera le iba a importar.

Los Lee eran geniales, en el fondo deseaba que en algún otro universo el pudiera formar parte de su familia ya que suponía que en este realmente no podría.

-Vayan a dormir, tortolitos.

Jaemin rodó los ojos cuando Jaehyun casi se cae aún si tenía su brazo sobre sus hombros para sostenerse.

-Hyung, detente.

-Espera...-detuvo a Jeno cuando esté empezó a caminar.-Tu, no te quiero ver en mi habitación de nuevo.

El menor sonrió asintiendo.

-Bien.

-Quédate en tu habitación con tu prometido, y hagan cosas de prometidos.

-Ok. Creo que es hora de irnos.-soltó Donghyuck llegando del primer piso, tenía una bandeja con al menos cuatro botellas de agua.-Vamos.

Jaehyun siguió parlortenado pero al menos se dejó llevar hacia su habitación donde Mark lo esperaba enojado y listo para dormir. Renjun soltó una risa acariciando la cabeza de su peluche antes de entrar a la habitación. El ambiente cambió tanto de un momento a otro que casi lo hace reír, fue como si estuvieran dentro de un hechizo y se hubiera roto al instante que pusieron un pie en la habitación haciendo el ambiente pesado, real y lleno de tensión. Tomó una pequeña respiración girándose para mirar al más alto pero Jeno se adelantó a cualquier cosa que tuviera pensado decir.

-Lo lamento, tendré que dormir aquí.

Renjun abrió y cerró su boca varías veces antes de negar.

-Esta es tu habitación, Jeno. Yo lamento haberte estado quitando eso estos últimos días.

El pelinegro negó pero no dijo nada más por unos minutos, Renjun tampoco dijo nada, simplemente se acercó a la cama y comenzó a quitar todas las almohadas para dejar solo dos, era una noche fría así que dejaría la colcha gruesa...

-¿Y mis cosas?

Renjun giró a mirar a Jeno y solo en ese instante noto que estaba preparando la cama para dos, pestañeo varias veces antes de armarse de valor.

-No debes dormir en el suelo hoy, hace mucho frío, ni yo soy tan cruel.

Jeno soltó una risa antes de asentir sin mirarlo.

-Te estás ablandando, Huang.

-No me hagas cambiar de parecer, Lee.-gruño golpeando su almohada.

El menor se encogió de hombros antes de girarse.

-Me voy a poner mi pijama.

-No recuerdo haberte pedido que me narraras tu vida.-susurró sin mirarlo, Jeno no dijo nada pero el escucho perfectamente como algo caía al suelo así que giró a mirarlo.-¡Lee!

Peaches [noren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora