Peaches [noren]

07

Dormir juntos ya no era una opción, la noche del día en que juntaron sus labios—porque ni siquiera podían llamarlo beso—Jeno fingió que habían discutido—de nuevo—y durmió con Jaehyun.

Pero todo fue inútil, a la mañana siguiente Jeno seguía ahí y el también, se veían y debían fingir amarse así que luego del desayuno fueron al patio delantero donde podrían ser vistos, se abrazaron, Jeno besó su mejilla, fingieron hablar y resolvieron sus diferencias. Todo estaba bien ante los ojos de su familia así que no había de que preocuparse.

Para ese día el hermano mayor de Jeno insistió que dejarán al abuelo y fueran a visitar la ciudad, quizás a comer helado o ver alguna película en el cine a lo que todos estuvieron de acuerdo. Pero eso sería en la noche, ahora Renjun solo trataba de evitar a Jeno a toda costa luego del incómodo desayuno.

-Renjun...

Salió de sus pensamientos cuando la abuela Lee llamó su nombre desde la cocina.

-Abuela Lee...

Ella sonrió haciéndole una seña para que se acercara, parecía estar haciendo galletas y Renjun honestamente nunca podría resistirse a una abuelita haciendo galletas, mucho menos a la abuela Lee. Ella era tan dulce, aún no entendía como toda la familia de Jeno podía ser tan agradable y el tan... Molesto.

-¿Quieres aprenderte la receta?

-Claro, ¿Por qué no?-susurro llevando sus manos a sus bolsillos traseros.

Renjun nunca había sido muy cercano a su abuela, no porque no quisieran sino porque vivían muy lejos del otro y ella trabajaba casi todo el día en el otro lado de su ciudad así que no tuvo la oportunidad de crear un lazo con la mujer como le hubiera gustado, pero ahora, al ver a la abuela de Lee diciéndole que lavara sus manos rápidamente para que empezara a amasar, le hubiera gustado esforzarse un poco más para estar junto a su querida abuela.

-¿Tu y Jeno tienen más planes allá del matrimonio?

-¿Aah?-pregunto confundido dejando de mirar la masa entre sus dedos, debía estar haciendo algo muy mal porque la mayor no tenía las manos para nada así.

-Ya sabes... Adopción. ¿Es posible para ustedes acá en Corea del Sur?

Renjun en serio quería rendirse, arrodillarse ante la mayor y pedirle perdón una y otra vez por todas sus mentiras, pero honestamente no tenía fuerzas para romperle el corazón así que trago el nudo en su garganta y asintió.

Bien, era hora de improvisar.

-Ah, es algo de lo que hemos hablado pero aún no hemos tomado una decisión de cuándo intentarlo, o de que manera hacerlo... Tenemos mucho tiempo aún.

-Oh, entiendo que debe ser difícil.-Ella extendió la masa hasta dejarla fina y luego de repente sacó unas lindas figuras de no sabe dónde y comenzó a cortarlas, la primera fue una estrella.-Pero deben hacer lo que los hace felices. Siempre le dije a Jeno que siguiera su corazón, y parece que lo hizo bien al encontrarte...

Dios mío, esto estaba tan mal...

-Si, también soy afortunado de haberlo encontrado.-Pensó que debía terminarlo ahí, no es como si tuviera muchas cosas buenas que decir de Lee pero por alguna razón continuó.-Aunque me haga enojar la mayor parte del tiempo, creo que nada tendría sentido sin el.

La abuela rió negando.

-Eso es lo que hace interesante las relaciones, ¿No?

-Si, lo hace...

Luego de aquello—y por suerte—la abuela decidió hablar sobre su familia y preguntarle si estaban de acuerdo con su relación con Jeno, cuando le dijo que si—otra mentira—ella tuvo la increíble idea de que deberían conocerse en algún momento antes de la boda y Renjun ya no respondió verbalmente porque ya se sentía mucho mentir y hasta el tenía un límite diario.