Nefasto, sarcástico, con poca empatia y tacto, eran algunas de las cosas que podrían describir a Kim Taehyung. Una actitud fuera de lo común para una persona de su edad quien ya iba a la universidad.
Incluso en su reducido grupo de amigos parecía se...
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Dio un sorbo a la malteada de fresa que había comprado minutos atrás mientras miraba su celular.
El receso eran de veinte minutos, y el echó de que su novio parecía seguir en su papel de digno, decidió simplemente comprar su malteada y estar en el salón donde sería su próxima clase.
La mayoría de la clase optaba por dejar sus pertenencias al salón y disfrutar de quince minutos al aire libre.
Así que no fue sorpresa ver a uno que otro alumno entrar dejando recien sus cosas. Fue por esa razón que ignoró por completo aquellas chicas que parecían tener un loro atorado por lo escandalosas que eran sus voces.
Sin querer realmente escucho lo que ellas hablaban... Y si, nuevamente era sobre como su querido Jungkook había traído a una de ellas a la universidad nuevamente.
¿Cual era su necesidad de hacer eso?
Aun así decidió quedarse, tendría que soportarlas pero al menos conseguiria alguna prueba.
Ni siquiera tuvo que esforzarse por mantener su expresión neutra, como siempre lo era, guardo su celular en el bolsillo de su sudadera y llevo su vista fija en su libro y libreta mientras adelantaba algunos apuntes.
O al menos así era hasta que unas manos con unas uñas extremadamente largas se posaran encima de estos haciendo que su mano se detuviera dando un pequeño rayón a su apunte.
¿La estúpida no conocía lo que era el espacio personal?
Ahora tendría que usar corrector para borrar de alguna manera ese feo rayón en su cuaderno.
–Ey, Tae, ¿como estas?–
Ahora su voz ronca era un intento fallido de sonar como la típica hija de puta de las películas americanas escolares la cual nadie quería.
El bolígrafo fue depositado en su banca.
Comenzó a inhalar y exhalar de manera lenta y larga sin que se dieran cuenta.
No era importante, tenía perfectamente calculado el tiempo para sus deberes, solo estaba matando en tiempo.
–Esperó que no te moleste que tu novio me trajera hoy, sabes, el es muy lindo, aunque muy distraído–
Ni siquiera quiso mirarla, esa tipa no merecía su atención en lo más mínimo, una persona así de miserable sólo buscan hacer sentir peor a los demás, busca atención, y eso no lo obtendría, no con él.
–Si me permites opinar, ustedes son muy opuestos siendo pareja, ¿que hiciste para que se fijara en ti?–
Todo el tinte en su cabeza la había dejado estúpida, sin contar a sus dos perras falderas que estaban detrás de el como si quisieran rodearlo.
–Yo creo que deberían de terminar, Jungkook parece del tipo que le gusta mucho el contacto físico y tu... Bueno, ya sabes, eres un bicho raro–
Enserio no pudo evitar torcer la comisura derecha en una mueca que parecía ser de burla, su maldito ego estaba hasta el cielo, y ahora estaba mil metros más alto, ¿de verdad era tan importante para que esas tipas se tomaran el tiempo para quererlo molestar?
