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—Mañana nos vemos Jungkook—

—Hasta mañana— alzó su mano, despidiéndose de Misuki, recordando un detalle importante al verlo sonreír. —Casi lo olvido— se acercó al chico mientras abría sus mochilas buscando dentro de esta. —La próxima semana será el evento de navidad—

—Ah cierto, mencionaste que harán varias cosas en tu facultad—

Asintió apenas, sacando una libreta buscando entre sus hojas eso.

—Si, te conté que estoy en una obra musical, y, bueno, esas cosas— suspiró cuando encontró aquel sobre blanco decorado con detalles dorados. —Mis padres no podrán ir por cosas del trabajo, así que me gustaría que fueras a verme— le extendió el sobre a Misuki, quien lo recibió sin dudar.

—¿Y esto es?—

—La invitación, obviamente, solo muestra esto en la entrada de la facultad para que te dejen entrar—

Sonrió, guardando su libreta en la mochila.

—Viernes a las doce… ¿No es muy tarde para iniciar el evento?—

—A esa hora empiezan las obras y todo el show, así que llega poco antes de las once, más que nada para que puedas comer algo— colgó su mochila en sus hombros. —Se supone que habrá comida para todos los invitados por qué están contados pero algunos comen como si nunca lo hubieran hecho—

Misuki sonrió, acercándose lo suficiente para darle un apretón en el hombro.

—Estaré ahí sin falta—

—Eso esperó, ahora sí, mañana nos vemos—

Escuchó a sus espaldas la voz de Misuki despidiéndose.

Camino hacia su auto, suspirando cansado apenas cerró la puerta de éste cuando estuvo adentro.

Hace dos semanas había renunciado una chica que trabajaba en cocina, y hace unos días también renunció un chico.

Así que habían tenido que hacer más trabajo.

Encendió el auto, había quedado de dormir en casa de Taehyung esa noche.

Sin embargo, no quería llegar con las manos vacías.

La última vez que vio a la señora Kim fue ese día que vio a Taehyung en la tienda de pintura.

Mismo día que Somi le había besado sin preguntar.

Cerró los ojos mientras temblaba.

—Que desagradable fue eso—

Negó con la cabeza, manejó hasta la cafetería favorita de Taehyung, pensaba comprar algo para todos.

Estacionó a pocos metros de la entrada de la cafetería.

Había comenzado a llover.

Con suerte tenía su cambio de ropa en los asientos traseros.

Salió del auto, asegurándose de llevar consigo su cartera.

Estaba anocheciendo, así que habían varías personas dentro de la cafetería, la mayoría de ellos venían acompañados.

Con suerte, todos estaban sentados.

—Buenas tardes, ¿que va a ordenar?—

—Buenas tardes— miró el menú que había sobre la barra.

Sabía lo que le gustaba a Taehyung, así que fue lo primero que ordenó, acompañado de su propio pedido.

—También dos frappuccinos, uno de galleta y el otro de caramelo—

You Don't Know Me | TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora