Mi All Blue (Sanji x Lectora)

01

Se recostó sobre su nueva cama, en su nueva habitación, en su nuevo hogar.

Ahora que se fijaba bien, la habitación era bastante amplia, incluso tenía baño con bañera, privilegio que ella nunca había tenido. El amo se había tomado muchas molestias.

Habían pasado 20 minutos desde que Doflamingo la había dejado ahí, no sin antes explicarle los horarios de desayuno, comida y cena. Le había dicho que a las 9 era la cena, y que hasta que no cenasen podría hacer lo que quisiera.

La niña decidió darse una ducha, estaba sucia y recubierta de cenizas y sangre.

Probó a ducharse con agua caliente, un lujo que cuando vivía con sus tíos tenía prohibido. El agua caliente era solo para los adultos.

Después de lavarse, fue al gran armario que había en su cuarto en busca de algo que ponerse, el vestido que le había regalado su madre estaba hecho trizas y lleno de quemaduras. Cogió unas tijeras y cortó un trozo de tela que estaba en buen estado y lo metió en un cajón.

En el armario solo había un vestido de talla de mujer adulta, así que hizo unos cortes para que no le quedase largo y se lo puso.

Miro su reflejo en el gran espejo del armario. Su pelo estaba bastante quemado y algunos mechones se caían cuando los tocaba. Se dispuso a hacer lo mismo que había hecho con la tela. Fue cortando poco a poco, mechón a mechón, hasta cortar casi toda su larga y oscura melena.

<<Estoy horrible>> pensó una vez terminó. Aunque en realidad no le importaba demasiado.

Miro su reflejo otra vez: sus ojos ya no brillaban, se habían apagado por completo.

Se puso a leer el libro que el abuelo le había dado para distraerse un poco, no quería pensar en nada.

A las 9 en punto, Doflamingo llamo a la puerta y la condujo hasta el comedor.

-Te he guardado un sitio a mi lado -dijo el rubio, esperando alguna respuesta.

(Tn) se limitó a quedarse callada.

<<Hmm... Será mejor que la deje tranquila por el momento.>> pensó Doflamingo.

Mientras cenaban, Doflamingo le explicó lo que iban a hacer, y también le dijo que cuando terminase la cena le iba a hacer un tour por el barco.

-¿Alguna pregunta, pequeña?

-¿Hay biblioteca?

-Sí.

-Bien, así mi estancia aquí no será tan aburrida -Dijo sin levantar la vista de su plato. No había comido mucho, se le había ido el apetito.

Esa niña despertaba unos sentimientos desconocidos para él No era amor, sino algo más como obsesión, solo por el hecho de que le recordaba mucho a él y pensaba que eran parecidos. Quería saber más sobre ella, sin embargo, sabía que no iba a ser fácil: ella todavía no confiaba en él.

Terminaron de cenar y Doflamingo le enseñó el barco a (Tn). A esta le pareció bastante extravagante y chillón por fuera, aunque se quedó callada.

-Ah por cierto, se me había olvidado mencionar que tú entrenamiento empieza mañana -dijo el rubio, sonriente.

<<¿Entrenamiento?>> la pequeña estaba confundida. ¿De verdad iba a molestarse en entrenar a una mocosa de 8 años?

Como si el rubio le hubiese leído la mente, explicó:

-Verás, es que veo mucho potencial en ti, y quiero ver en lo que te puedes convertir. No todo el mundo mata a alguien con 8 años.