~CAP. 5~

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(Sophie)

Me resultó bastante raro aquel comportamiento de Jack, al principio borde y luego amable.
Seguramente se comportaba para disculparse de cómo se comportó ayer.
Cuando el sonreía se le veía distinto.

Esa misma noche escuché la puerta de casa abrirse.

Karol: ¡Ya estamos de vuelta!

Sophie: ¿Como os o a ido?

Rose: todo aquello es asombroso.

Karol: y tú qué, ¿te a gustado Clovelly?

Sophie: es precioso, e ido a un lago alejado del pueblo

Karol: es mi lugar favorito de aquí.

Sophie: pero me gustaría bajar mañana a la playa .

Rose: está bien, nosotros iremos por la mañana, que seguramente estarás durmiendo.

Sophie: no es mi culpa que me guste dormir -nos reímos las dos.

Rose: está bien puedes ir por la tarde.

Me fui a mí habitación, cuando Jess me mandó una foto de Steve, el chico que me gusta, estaba saliendo con una chica de el mismo curso que yo, recuerdo que Steve me coqueteaba llegando al punto donde pensaba que yo le gustaba, me sentí insuficiente pensando que la única persona que sentía que era cierta para mí es cierta para otra persona más.
Sólo me acosté en la cama y no pude aguantar las ganas de llorar al pensar de lo que estaba pasando.
No me importaba si Jack escuchaba mi lamento.

Sólo quiero encontrar a alguien que me ame tal como soy, que le guste mis locuras, mis gustos, todo lo que soy, que no le guste por mi físico.

Me encantaría vivir en alguna película de romance donde todo es perfecto, un cuento de hadas.

Solo necesito mi alma gemela al lado mía.

Siempre e sido la rarita, con rechazo social y amoroso en el instituto. Me veían diferente por mi forma de vestir mi forma de vivir mi vida. Jess a sido la única que me entiende en estas cosas.

Al rato me dormí...

A la mañana siguiente sentí la puerta de casa cerrarse, mi familia se fue a la playa.
Me quedé sola en la casa.
Cogí mis auriculares, puse mi música, me senté al borde de la ventana y cerré mis ojos solo me centraba en escuchar la música que recorría mis oídos.

Cuando al rato me llegó un olor a cigarrillo quemado, giré la cabeza y lo vi ahí parado.
El me sonrió ligeramente.
Yo le solté una pequeña sonrisa falsa y me quité de la ventana.

Llegó el mediodía y me prepare algo para comer, después cogí algunas cosas para irme a la playa.

Casi al atardecer bajé a la playa, estaba totalmente desierta.
Me tumbé en la toalla cerré mis ojos y me centré el oír el precioso sonido del mar y el olor salado del agua que se convertía en naranja mientras anochecía.

Al llegar a casa mi tía me detuvo un segundo.
Karol: oye Sophie.

Sophie: dime tía Karol.

Karol: mañana hay una fiesta en la zona rural del pueblo de la bienvenida al verano, habrá un baile y todo eso, te veo un poco deprimida así que diviértete un poco.

Sophie: bien iré, ¿es por la noche?

Karol: sí.

Sophie: está bien.

~Todo lo que nunca llegamos a ser~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora