"Poco a poco, me pude dar cuenta que me es imposible no añorar besarte cada vez que me sonríes, e imagino lo precioso que podría ser el arriesgarme, y ganar."
Matsuno Chifuyu -
El conductor de la emisora anunciaba la hora actual del anochecer. Exactamente, cinco y veintitrés de la madrugada, más este detalle no fue tomado en cuenta ni en lo más mínimo por los torpes jóvenes adultos frente a la motocicleta, intentando acomodar de forma vaga las bolsas de comida y bebida que aún formaban parte de sus pertenencias. Suspiros con letargo y risa solaz acompañaban a la carismática voz del conductor de la transmisión, mientras tropezaban con sus propios pies, o se tambaleaban tal cual fuesen una campanita anunciando su talán. Fue inevitable que más de una botella se hiciese pedazos contra el piso, pero la ebriedad podía más con ellos, por lo que se retraían totalmente de los actos que fueran ajenos a ellos mismos.
– Oye, ten cuidado, Chifuyu... – Resopló, sujetándole del brazo una vez que parecía a punto de estrellarse contra la motocicleta. Apenas pudo devolverle el equilibrio, pero se vio obligado a sostenerse del asiento para no ser arrastrado por el peso del menor. – Definitivamente ya no puedes conducir, nos vas a terminar matando.
– Hombre, ya sé, pero no grites... – Se quejó, tapando el oído más cercano a la voz de Hanemiya, quien negó resignado. Curiosamente, la voz de Matsuno no se veía afectada por el alcohol, cada palabra perfectamente formulada, sin ningún problema de por medio o extraño sonido. – ¿Y entonces qué? No quiero dejar mi moto tirada aquí. – Se encogió de hombros rápidamente, observando el vehículo en busca de alguna idea efectiva. – Tora, ¿Tú sabes conducir? Estás mucho más sobrio que yo.
Los ojos dorados del receptor le observaron escépticos de la pregunta formulada, casi con incredulidad, sobre todo porque parecía que el tono iba en serio. Si bien tenía años de experiencia en una motocicleta, también era cierto que había perdido práctica con el pasar del tiempo, y tampoco contaba con una licencia de conducir que los dejara pasar absueltos de algún problema legal, aunque, a este punto en el que ambos estaban con varios grados de alcohol en el sistema, difícilmente podrían librarse de un policía que les llamase la atención.
– ¿Eres tonto? – Terminó por soltar, robándole al más bajo una carcajada sin un ápice de gracia. – Podríamos encontrarnos con un policía, ¿Sabes? Y podría ponernos una multa, y quitarte la moto, o peor, podríamos volcar y...
– Venga, Tora, no seas tan paranoico. – Replicó el pelinegro, haciendo callar de una sola vez al de oxigenados cabellos, quien se comenzaba a hundir de incertidumbre y cierto complejo. – Hombre, si voy yo en frente se me puede descontrolar la moto. ¿Sabes conducir o no?
Dudó de su respuesta por un par de segundos, como si tanteara el terreno de la inseguridad de sí mismo. Curiosamente, el joven de azul mirada confiaba mucho más en Hanemiya que él de sí mismo, tanto, que incluso estaba dispuesto a dejar su propia vida en las manos de aquella persona, y quizás era esa responsabilidad a la que le temía el mayor.
– Sé conducir. – Expuso con los rasgos deformados, dispuesto a replicar, más no alcanzó a hacerlo. El casco había sido depositado encima del brillante cabello atado en su cabeza, y Matsuno se había subido ya al asiento trasero, con la mano firme sobre las bolsas, y esa decidida mirada.
– Entonces no se diga más. – Añade, desvainando una mueca sencilla y verídica en su rostro. Sus blancos incisivos quedaron al descubierto, manipulando la frágil mente del chiquillo una ocasión más en la noche.
El llavero sonó entre los delgados y largos dedos, y fue lanzado al aire, cayendo directamente en la mano del receptor luego de un felino movimiento.
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Entre alcohol y tabaco [Kazufuyu]
FanficQue esa noche estrellada en la que nos conocimos dure eternamente en nuestros corazones, atesorandole como el recuerdo más preciado en ambos, en donde nos envolvimos dulcemente en nuestra perdición.