Watashi no tenshi [KyoAka]

🤍Prologo🤍

— Mi Au

— Hakuji/Akaza bottom (uke)

— Kyojuro top (seme)

— Están en el tren infinito dormidos.

— ¡Disfruta!

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Mientras que Tanjirou soñaba con su familia fallecida, Inosuke con el monstro tren y Zenitsu con la bella Nezuko, el pilar de la llama, Kyojuro Rengoku, también tenia un sueño, un bonito sueño del cual el hashira no quería despertar.

Y no, no soñaba que  estaba con su padre informándole que se había vuelto hashira, si no, con un acontecimiento mas antes que aquel.

[En el sueño de Kyojuro]

Abrió los ojos y estaba caminado por una villa, era de día y veía a varias personas caminar de ahí para allá, ajetreadas. 

Conocía aquel lugar, lo conocía muy bien.

Sus piernas lo llevaron a parar frente a la puerta de una casa. Tenia la puerta azul y estaba algo desgastada. Las paredes blancas y, abajo, como cercando la casa, habían masetas de flores esparcidas por todas partes.

Un nudo en su garganta se formo mientras veía atentamente aquella puerta. 

 Aquel lugar, aquella casa . . no, no podía ser, estaba ahí, en aquel sitio al que quería olvidar.

Deslizo la puerta y entro silenciosamente a la casa; comenzo a ver todo lo que había allí. Tenía un olor agradable, tan y como lo recordaba. El color melón claro de algunas paredes y algunas puertas amado.

Se dirigió a la cocina y vio una olla algo grande. Se dirigió a ella y vio algunas batatas cocinándose; olía muy bien. Pero en su cabeza rondaba una pregunta, ¿Quién las estaba hac-

— ¡Oh, Kyojuro!, ya habías estado aquí. Entraste tan silenciosamente que no te había oído — El pelinegro sonrió y se acerco unos pasos mas.

El Rengoku se quedo pasmado, con los ojos muy abiertos, no podía decir ni una palabra.

— ¿Eh? ¿Kyojuro?, ¿paso algo?, pareciera que hubieras visto a un fantasma — El chico soltó una pequeña risa y sonrió.

Ahí estaba el, con su kimono algo gris, con aquellos cabellos y pestañas negros y con aquellos hermosos ojos azules, sonriéndole, mostrando sus pequeños colmillos.

Ahí estaba el, el chico el cual amo con locura, al cual le entrego todo el amor que tenia, al cual le ofreció su vida entera y mucho mas.

— . .  Hakuji — soltó sin aliento.

Ahí estaba el, su omega.  

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— ¡Si, ya se! Me encanta hacer historias cuando ni siquiera termino las que ya tengo, pero se me ocurrió esta y no pude evitar escribirla! 

Espero les haya gustado el prologo, y nos vemos en el siguiente capitulo de mi otra historia (o esta, no c xD)

Adios!