Capítulo VI. Una rebanada de pastel lo compensara

4 0 0
                                    


Una rubia con cara de asco nos vio y pasó alado de nosotras murmurando algo que no entendimos. "La tuya por si acaso". Dije en mi mente. Seguimos y veo que él sigue ahí, nos voltea a ver, jalo a Mon hacia el área de libros, me pongo a ver los libros que había y sus hermosas portadas

- ¿Lo estas evitando? - Me susurra Mon.

- Mira este libro ¿Crees que lo pueda comprar?

- Deja de hacerte la loca y... ¿Oye, esa no es la grosera que paso en el baño?

- No me interesa Mon. - Me sujeta la barbilla y la hace ir hacia la dirección de ella.

- Esta con él y lo abraza. - Indica mientras sucede la situación, observo como. incómodamente le responde el abrazo y le da seguimiento para pasar a una mesa.

- ¿Y qué quieres que haga? - Me safo de su agarre y sigo con mi vista en el libro de mis manos al ver que él voltea hacia nuestra dirección.

- Nada más esta uno y no la saga, si me quedaré pobre, que valga la pena. - Voy hacia mi mesa, sentándome en mi lugar, al alzar la mirada veo que él justamente está en mi dirección y ella me da la espalda, él desvía su mirada hacia mí e instintivamente miré al suelo.

- ¿Qué paso con el joven? - Habla mi mamá.

- ¿Eh? Nada, no paso nada, se limpió y ya.

- Te quedaste hablando con él ¿Lo conoces? - Interroga mi papá.

- No papá, solo, me disculpaba y ya.

- Intentaba conseguir novio. - Habla Henry, yo lo miro mal cerrando un poco lo ojos, en mi campo visual logro descubrir que me ve y repito mi acción.

- De cualquier forma, ¿Ya nos vamos?

- Si tú mamá aún no termina de comer y le falta su pastel. - Responde mi padre. "Ay mamá, por esta vez no podrías comer rápido". Dejo fluir un respiro de frustración y coloco mi cara en la mesa. - Levanta la cara de la mesa Serena, eso no es apropiado, estas en un restaurante con gente, con personas. - Oigo lo mismo de siempre, me levanto de mala gana, veo a Mon frente a mí y discretamente le mandó un mensaje "Ayúdame, cambia de lugar conmigo" le doy enviar.

Mon: "¿Cambiar de lugar en que te ayudaría con tu padre?
Yo: "Solo hazlo por favor" . Le insisto, ella se para y va a hacia mi poniendo un pretexto para cambiar de silla, por fin lo hacemos y ella me mira sin comprender, deja salir un "ahhh" todos se le quedan viendo.
Mon "Ya vi porque, pero aun te está mirando".
Yo: "Pero no lo veo, así que no pasa nada". "¿Por qué me sigue viendo?". Quería voltear, pero me resistía a esa idea.

- ¿A quién tanto mensajes? ¿A tu nuevo novio? - Dice mi hermano que ahora está a mi lado.

- Genial, olvidé a este. - Murmuró. - Deja de fregar mejor.

- Ay pobre de mí hermanita - Pasa su mano sobre mi cabello despeinando mi intento de coleta, haciéndome bufar. - Ya toro, encontraras a alguien.

- Ay deja de estar fregando, no todo tiene que tratarse de tener novio, por mí que no me jodan. - Riño quitándole la mano. - Mamá, me pasas el pastel por favor. - Un tono molesto salió de mí, intentando ser apaciguado y me lo pasa, se empezó a escuchar una conmoción atrás, todos giraron excepto yo, que preferí cortar mi pedazo dejándolo en mi plato, regresaron y murmuraron algo sobre que estaba loca ella, a mí solo me interesaba comer mi pedazo de pastel, me iba a meter un cacho a mi boca, cuando fui jalada de mi brazo y parada bruscamente, era la rubia discutiendo con Noah en su idioma aparentemente y me arrojo hacia él, me sujeto para que no me callera. "¿¡QUE CARAJO PASA!? Ya ni comer pastel puede una". Lo miro sin entender que pasaba y el solo la veía a ella con furia, me vuelvo mi cabeza y la veo ahí, no más alta que yo, creo que, de mi tamaño, usaba unos tacones y una ropa elegante con un abrigo, su cara pálida enojada y con color rojizo, iris cafés llenos de furia dirigidos hacia mí.

Las 3 ReglasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora