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No sabe cómo es que Fundy lo ha encontrado, pero lo agradece muchísimo. Ni siquiera tenía la más mínima idea de cómo iba a regresar a casa. Tuvo la suerte de que Fundy estaba ahí para salvarlo. Siempre estaba ahí.

Es confuso y mucho más con el efecto del alcohol. Es como si fuera imposible odiarlo. Fundy era y fue su lugar seguro por tres años. No podía deshacerse de él en un día y mucho menos olvidarlo. A pesar de todas las veces que lo ha denigrado, sus comportamientos tóxicos y sus celos, no puede dejar de amarlo. Ya se acostumbró a él. Siempre piensa que todo mejorará y que su relación será la misma de antes donde no discutían y Fundy era el mejor novio del mundo. Y siempre está equivocado porque esos días nunca volverán. Apenas Fundy consiguiese lo que quiere, lo despreciaría cual basura.

—¿Estás cómodo? —le pregunta mientras lo cubre con las mantas.

—Sí, gracias.

—Descansa. Te amo, Dream.

—Yo también te amo.

...

Todo el fin de semana Fundy lo trató mejor que nunca. Sentía que esa vez si iba a cambiar de verdad. Creía en sus palabras.

Llegó al instituto y vio a William hablando con George. Rápidamente quitó su mirada de ellos y se fue corriendo lejos de allí con miedo a que le hicieran algo. Se fue tan rápido que ni siquiera se fijó en la incomodidad de George.

—Dejaste de hablarme por un año. ¿Qué querías que haga? —le reprochaba George a William en medio de los pasillos.

—Esperarme.

—Ni siquiera te despediste de mí y cuando regresaste me trataste como la mismísima mierda. ¿Crees que tengo quince años para soportar tus malos tratos? Lo siento, pero adiós.

George se da la vuelta para marcharse. No piensa cometer el mismo error otra vez. 

—¿Quieres volver a estar solo, George? ¡Sin mí no eres nadie!

—¡Prefiero ser nadie a estar contigo! ¡Ruégame todo lo que quieras, no estás a mi altura!

—No es mi culpa de que yo si haya crecido —se burló William.

Todos se quedaron callados. Todos estaban pendientes del próximo movimiento de George, pero no ocurrió nada. Solo se fue tranquilamente a su clase. No iba a continuar esa infantil pelea. Él no, pero alguien sí lo haría, Dream.

—¿¡No te cansas de ser un idiota!? —la voz de Dream llamó la atención de todos—. ¡Déjalo en paz y consíguete una vida de una puta vez!

—¡Awww! ¡Qué lindas palabras, Dream! —dijo William con sarcasmo mientras se acercaba a este—. No te metas donde no te llaman.

—No te tengo miedo, William.

—Deberías.

...

Dream tocaba su labio para percatarse de que este no siguiera sangrando. Había terminado en la oficina del rector junto a William luego a su hermoso encuentro. En ese momento estaba serio, pero por dentro se sentía muy bien al ver arruinada la linda cara de William.

Su felicidad se acabó al ver a su padre ingresar a la oficina seguido de los que suponía eran los de William.

—Bueno, creo que ya todos sabemos que estamos haciendo aquí. Encontré a estos dos chicos en una pelea en medio del pasillo. Ninguno de los dos ha querido hablar al respecto.

—Mi hijo nunca se ha metido en una pelea antes. Él no sería capaz de golpear a nadie. Esto debe ser una confusión —dice el padre de Dream viéndolo con pena.

—Mis ojos no me engañan. Además son los únicos que tienen heridas. No se preocupen, no pienso expulsarlos, pero sí sancionarlos al menos por una semana. Eso es todo.

Dream se queda callado al igual que su padre. Ni siquiera se detiene a pensar en sus heridas, lo único que puede pensar es en la decepción de su padre.

Ambos suben al auto y el silencio sigue. Su padre aún no enciende el auto como si quisiera decir algo antes.

—Lo lamento tanto, hijo —Dream ve como los ojos de su padre se cristalizan—. Esto es mi culpa. Si tan solo hubiera estado más presente en tu vida esto no hubiera pasado. Perdóname.

—No es tu culpa, Me dejé llevar por mis impulsos. Solo quería que ese idiota tuviera su merecido. Yo nunca golpearía a alguien sin ninguna razón. Él había tratado mal a un amigo y traté de defenderlo.

—La violencia no es la solución.

—Lo sé. Lo siento.

Su padre enciende el auto y se dirigen a casa.

Dream le escribe a Fundy que no debe ir a buscarlo a la salida y apaga su teléfono.

—Papá, hay algo que te he querido contar hace mucho, pero no encontraba el momento para decírtelo. Soy...

—Ya lo sé.

—Te lo dijo —suspira con pesadez—. ¿Te dijo algo más?

—Algunas cosas. No te molestes con ella, por favor. Solo intentaba mejorar las cosas entre nosotros. Hay muchas cosas que no sabemos del otro ¿no?

—Supongo.

—Tenemos una semana para actualizarnos todo lo que ha pasado estos últimos años. ¿Por qué no empiezas contándome sobre tu novio?

—Pues él es lindo... Es alto, es mayor que yo por unos años, trabaja, tiene su propia casa. Es... es súper amable, cariñoso, se preocupa por mí... Es casi perfecto. Lo conocí unos meses antes de que mamá muriera y fue la persona que siempre estuvo conmigo cuando más lo necesitaba. No sé qué hubiera pasado si no lo hubiera conocido.

—Suena como una maravillosa persona.

—Lo es —ve el mensaje de Fundy que le acaba de llegar y nuevamente apaga su teléfono—. La mayoría del tiempo lo es.

Llegan a casa y Dream ve a Fundy parado frente a la puerta fijando la vista en su celular hasta que los ojos de ambos se encuentran.

—¿Qué estás haciendo aquí?

—¿Ya no puedo venir a verte?

—No, es solo que...

El padre de Dream baja del auto y ve a aquel chico desconocido con detenimiento.

—¿Quién es él? —pregunta Fundy a la defensiva—. ¿Otro de tus novios? ¿Por eso no querías que fuera a buscarte? ¿Crees que soy estúpido?

—¿¡De qué carajos hablas!?

—¡Intento confiar en ti, pero no puedo si cada vez que te veo estás con un hombre distinto! ¡Eres una jodida puta!

El padre de Dream no duda en patear a Fundy en su entrepierna dejándolo en el piso retorciéndose del dolor.

—¿¡Qué mierda dijiste de mi hijo!?

—¿Él es tu...?

—¡Vete a la mierda, Fundy!

Dream is... [DreamNotFound]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora