⠀⠀⠀⠀⠀𝒊. 𝐫𝐞𝐠𝐫𝐞𝐬𝐨 𝐚 𝐜𝐥𝐚𝐬𝐞𝐬

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𝐜𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐮𝐧𝐨
━━𝒓𝒆𝒈𝒓𝒆𝒔𝒐 𝒂 𝒄𝒍𝒂𝒔𝒆𝒔

𝐜𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐮𝐧𝐨 ━━𝒓𝒆𝒈𝒓𝒆𝒔𝒐 𝒂 𝒄𝒍𝒂𝒔𝒆𝒔

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     Reagan bajó del tren, empujando su pesado baúl tras ella y jadeando por el esfuerzo. A su alrededor, un mar de piernas avanzaba, sin detenerse a ayudar a la pequeña muchacha que claramente se esforzaba con un contenedor tan grande. Finalmente, y para evitar que bloqueara el paso, un guarda la ayudó a descargar su baúl y a meterlo en un pequeño carrito, para que le resultara más fácil de llevar.

Para cuando la maleta estaba acomodada, ella ya se había esforzado tanto que el sombrero se le caía de la cabeza y su respiración era agitada.

—¿Necesitas ayuda?—,escuchó una voz demasiado familiar frente a ella, haciéndola levantar la vista. Ahí, justo delante de ella, había un chico de pelo negro al que no había visto en todo el Verano, y al que había echado de menos como un loco.

—¡Thomas!—,sonrió, dejando el carrito en medio del andén y corriendo a abrazar al chico. Él la levantó, dándole un par de vueltas y volviéndola a dejar en el suelo, justo antes de dejar un suave beso en sus labios.—Te he echado mucho de menos—.

—Yo también te he echado de menos, cariño—,sonrió él, al ver el hermoso rostro de la ahora morena,—vamos, veamos tu nuevo dormitorio—.

Mientras Thomas recogía su carro, ella se arregló la boina y se unió a su novio, saliendo de la estación de tren y uniéndose al resto de universitarios que volvían a sus rutinas después de tres meses de disfrutar del poco sol que había llegado a Inglaterra. Era casi imposible ver entre todas las cabezas de la multitud, así que Reagan se limitó a agarrar el carro y a caminar junto a Thomas, esperando que supiera a dónde iba.

Tardaron casi veinte minutos en entrar en el hermoso edificio que Reagan amaba tanto. Mientras el chico recogía su baúl del carrito y empezaba a subirlo, asegurando a la chica que podría hacerlo sin problema; Reagan, por su parte, prácticamente corrió hacia el que se suponía que era su nuevo hogar para ese año escolar.

Al abrir la puerta, descubrió el pequeño pero acogedor apartamento, con paredes blancas y muebles de madera marrón, tal y como le gustaba a Reagan. Chilló emocionada y, dejando la puerta abierta de par en par para que Thomas pudiera meter su baúl, recorrió la cocina, el baño y el dormitorio, observando cada detalle con puro asombro. Pasó la mano por las cortinas y el colchón ahora desnudo de su cama, sonriendo.

—Oye, Tom, mira—,llamó a su novio desde el interior del dormitorio,—¡este año tengo una cama más grande!—.

—Oh, por fin puedo quedarme a dormir en vez de tenerte en mi dormitorio todo el año—,se burló de ella, haciendo que Reagan le sacara la lengua. Se sentó en la cama, Thomas tomó asiento a su lado y acarició suavemente su muslo.—Te he echado mucho de menos—.

—Y yo también te eché de menos. Me hubiera gustado que vinieras a casa conmigo unos días—,suspiró él, inclinándose para besar a la chica. Profundizó el beso, poniendo su mano en la nuca de la chica, jugando con el extremo de su collar, como siempre solía hacer. Permanecieron así durante algunos minutos, simplemente disfrutando el uno del otro, hasta que Reagan cortó el beso.

—¡Casi lo olvido!—,exclamó, sobresaltando a su novio, y se levantó de la cama.—Te he traído un regalo—.

Alcanzó su bolso, que yacía abandonado en una esquina de la encimera de la cocina, y lo abrió, buscando algo. Se había recordado a sí misma durante todo el viaje en tren que tenía eso ahí, porque sabía lo olvidadiza que era. Tras un par de segundos buscando entre el accesorio, sacó una bolsita y se la entregó al chico.

—Me has dicho que coleccionas llaveros y yo... quizá no sea lo que esperabas pero he visto esto en una pequeña tienda local a la que solía ir mucho cuando era más pequeña y me ha recordado a nosotros—,sonrió, dudando ahora de su elección de regalo. Thomas, por su parte, sonrió y la miró con total admiración, agradeciéndole una y mil veces el regalito.

Se levantó, volviéndola a besar y llevándola a la cama. Se subió encima de ella,levantándole suavemente la falda con una mano y provocando la piel de gallinaen la piel desnuda de la chica. Y ahí permanecieron un par de horas,disfrutando el uno del otro.

 Y ahí permanecieron un par de horas,disfrutando el uno del otro

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³ 𝐖𝐀𝐘 𝐁𝐀𝐂𝐊 | ᵉᵈᵐᵘⁿᵈ ᵖᵉᵛᵉⁿˢⁱᵉ ⁽ˡᵃˢ ᶜʳᵒⁿⁱᶜᵃˢ ᵈᵉ ⁿᵃʳⁿⁱᵃ⁾ ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora