Historias de un Corazón Roto

Demasiado Tarde

Pudiste haberme detenido aquel día en el que me marchaba, pero no lo hiciste. Oportunidades para tenerme a tu lado te sobraron, pero no las aprovechaste. Dijiste que no me amabas aquel día en el que rompiste mi corazón. Preferiste ser un cobarde y huir del amor que ambos podíamos tener. Preferiste fingir que no te importaba y acepté tu decisión.

Entonces, ¿por qué regresas ahora que ya te olvidé, que mi corazón ya no siente nada por ti, ahora que ya te superé, que logré reconstruir mi corazón, que volví a tener confianza en mí? Solo dime, ¿por qué volviste ahora?

No tienes idea de cuánto me dolió irme, pero era necesario. Debía hacerlo, debía olvidarte, olvidar el daño que tú me hiciste solo porque tenías miedo. A veces no te culpo, porque hasta yo tenía miedo de amarte, pero la única diferencia fue que yo sí fui valiente y me arriesgué por ti. Tú solo pretendías ver cómo yo luchaba por ti y preferiste fingir que no sentías nada por mí. Preferiste lastimarme con tu indiferencia y con tus mentiras de que nunca me amaste.

Nunca me buscaste, ni llamaste, ni siquiera me enviaste un mensaje en todo este tiempo. ¿Por qué apareces ahora que rehice mi vida, ahora que yo soy feliz con alguien más?

Maldición, no tenías derecho de llegar esa noche a mi casa llorando pidiendo una oportunidad, después de que te di miles de ellas. Tú tomaste una decisión y yo la respeté. Tú fuiste el cobarde que no quiso arriesgarse para que nosotros tengamos un futuro. Tú fuiste el que rompió mi corazón, me destruyó y ahora tienes el valor de aparecerte en mi casa como si nada hubiera pasado.

Maldición, no puedes hacerme esto. No puedes simplemente aparecerte con un ramo de rosas pidiendo perdón, creyendo que me lanzaré a tus brazos y perdonaré todo lo que me hiciste.

No lo haré, no caeré en tus brazos otra vez. No soy la misma chica a la que en el pasado le rompiste el corazón. Cambié y no voy a caer en tu trampa. No te entregaré mis debilidades para que tengas el poder de destruirme. No dejaré que vuelvas a romper mi corazón, en el que tanto tardé en reconstruir. Ya no soy la de antes.

Me dolió abandonarte, pero tú me obligaste a hacerlo cuando dijiste que no me amabas.

Lo siento, pero ahora soy feliz con otra persona que me ama tanto como yo a él. Él sí arriesgó todo por mí, al igual que yo por él. Él apostó sus sentimientos y corazón sin miedo, sabiendo que podía perder. Él fue más valiente que tú.

Perdón, pero llegaste demasiado tarde a pedir disculpas.