Historias de un Corazón Roto

Lluvia

Veo caer la lluvia otra vez, mientras se derraman mis lágrimas por mi rostro, con el corazón roto y el alma hecha pedazos.

Ahora la lluvia me hace recordar aquel día en el cual te marchaste de mi vida para siempre.

Aún recuerdo cuando te contaba que los días lluviosos me encantaban porque, a pesar de que hacía frío, sacaban lo mejor de la naturaleza. Pero ahora aquellos días solo me hacen recordar que te fuiste y me dejaste con un corazón hecho añicos.

Seguiré sin entender el motivo de tu partida, seguiré sin comprender por qué me abandonaste y seguiré recordándote, aunque no quiera hacerlo. Porque, a pesar de todo, tú sigues en mi mente, aunque yo me niegue a aceptarlo.

Pero ahora ya no me encanta la lluvia como antes y odio sentir eso, porque desde que te marchaste ya nada es igual para mí, porque era una de esas cosas pequeñas que me hacían sentir tan diferente al resto.

Y tal vez era la única que creía que la lluvia era lo mejor que podría pasar en la naturaleza, pero ahora ya no es igual, ahora la lluvia para mí ya no tiene aquel significado hermoso que antes tenía, ahora solo significa el día en el que te marchabas sin ningún motivo, dejándome con un corazón roto, lágrimas en mi rostro y un alma inexistente.

Estoy tratando de olvidar aquel día en el que te marchaste, aquel día en que todavía llovía, pero no logro hacerlo, no logro olvidar el día en que me rompiste el corazón, el día en que solamente te fuiste y no te importó nada más.

He tratado de hacerle caso a lo que dice mi mamá, reemplazar los malos momentos y malos recuerdos con nuevos, pero no logro crear un recuerdo que logre hacerme olvidar el día en que te fuiste.

Y aunque lo intenté, siempre se mantendrá en mi mente aquel día en que te marchaste, aquel día en que llovía y el día en que la lluvia dejó de tener un significado bonito para mí.

Y tal vez estoy siendo un poco caprichosa, pero en serio no logro comprenderlo, no logro superar todo esto, no logro hacerlo sola.

Y aunque digan que el tiempo logra curar todo, sé que no es verdad, porque las heridas del corazón nunca se cerrarán por completo.