Diez

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Eres un diez, pero te encierras en ti mismo.

Quizás un nueve, pero desapareces casi siempre.

Un ocho, pero te cuesta demostrar tus emociones.

Tal vez un siete, pero siempre tienes una excusa.

El seis quizás, pero mientes acerca de cómo te sientes en realidad.

Un cinco estaría en la mitad, pero te cuesta creer en los demás.

Un cuatro, mi número favorito, pero eres inseguro.

Un tres sería, pero crees que a nadie le importas.

El dos suena bien, pero me lastimas sin darte cuenta.

Nos queda el uno, pero siendo sinceros, te sientes insuficiente cuando no es así.

Y tal vez eres un diez, pero no para mí. Tal vez todos seamos un diez ante la persona correcta. ¿Pero quién necesita una numeración para definir qué tan especial es una persona? Todos somos especiales a nuestra manera, y eso nos hace únicos. Una enumeración para "encontrar a la persona correcta", ¿desde cuándo le damos puntos a las personas para definir qué tan impresionantes son?

Solo la sociedad nos hace creer que debemos enumerar nuestros aspectos y forma de ser para llegar a una "puntuación perfecta", pero no es así. Porque todos seremos lo mejor ante la persona correcta. Nadie es perfecto, por más que lo intenten.

¿Por qué enumerar a las personas? ¿Para qué hacerlo? Cuando en esos aspectos solo vemos el lado bueno de una persona y no lo malo. Todo tiene un lado oscuro que la luz no nos deja ver.

Si las enumeraciones existen, debería ser porque tratamos de ser mejores.

Por ejemplo,

Eres un uno, pero siempre pides ayuda cuando sientes que no puedes.

Un dos, pero tratas de seguir adelante.

Un tres, pero no dejas que te desmoronen.

Un cuatro, quizás, pero siempre que caes te levantas con más fuerza.

Un cinco, tal vez, pero tratas de dar lo mejor.

El seis es más probable, pero eres único.

El siete suena bien, pero defines tus prioridades.

El ocho, pero tratas de ayudar a los demás.

El nueve, pero siempre apoyas a las personas, por más loco que suene el plan o la idea.

El diez definitivamente sería tu número porque me haces feliz.

Las numeraciones deberían de hacer eso: subir ánimos, no bajarlos, y hacernos sentir inferiores por cómo somos en realidad. La sociedad trata de dar su ideal para encontrar nuestra pareja "perfecta", pero solo nos alienta a buscar algo que no nos hará feliz.

Las enumeraciones solo nos hacen bajar nuestra autoestima y no nos hacen felices. ¿Desde cuándo para ser feliz con una persona debe tener una enumeración perfecta? Es algo erróneo y estúpido enumerar.

Y no todos tenemos los mismos estándares o expectativas sobre nuestra pareja ideal, pero eso nos hace interesantes en el amor. Buscar a alguien que nos haga feliz y que, sobre todo, nos comprenda.

Historias de un Corazón RotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora