Historias de un Corazón Roto

Te fuiste

Aún recuerdo esa noche de invierno en la que me dejaste, en la que me miraste y dijiste que ya no me amabas, que ya no me querías más en tu vida, en la que decidiste que lo nuestro había llegado al final.

Cariño, no sabes cuánto dolió que me dijeras eso, no tienes idea de cuánto sufrí por tu partida, y después de un tiempo lo entendí. Comprendí que había cambiado en ti, o mejor dicho, quien había vuelto. Ella regresó, la misma chica que alguna vez te hizo sufrir, volvió a ti. Nunca esperé que su llegada te afectara; según yo, ya la habías superado. Qué tonta fui. Nunca comprenderé por qué la elegiste a ella después de lo que te hizo. Pero ya veo que fuiste tan débil que regresaste como un perro hacia ella.

Cariño, espero que ella haga todo lo que yo hice por ti, que algún día ella te trate bien, que te cuide y que te apoye como yo lo hice en todo momento. Oh, cariño, espero que ella no te lastime otra vez, porque si lo hace, yo ya no estaré para ti. Recuerda que antes de ser tu novia, fui tu amiga, confidente, y estuve ahí cuando ella te lastimó. Estuve para ti. Recuerdo cada día que pasaba y tú aún no podías creer lo que ella te había hecho. Te ayudé y apoyé para que la superaras, y lo que no esperaba era enamorarme en el proceso. Y cuando por fin la habías superado, o eso creía yo, que tonta fui, decidimos intentar lo nuestro, y todo iba de maravilla hasta que ella llegó y tú volviste a caer en su juego. Te juro que nunca había odiado tanto a una persona como ahora lo tengo hacia ti.

Porque a pesar de todo lo que yo hice por ti, a pesar de todo lo que vivimos juntos, de todos los recuerdos e instantes que te hicieron feliz algún día junto a mí, la elegiste a ella. Nunca te importó lastimarme. Te faltó agallas para terminar lo nuestro con dignidad y cara a cara. Pero, cariño, hoy me atrevo a decirte que espero que el karma te joda de la peor manera posible, y aunque nunca se lo haya deseado a nadie, te lo deseo a ti desde lo más profundo de mi corazón.