VII

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Chifuyu le había comentado lo que paso esa tarde en aquella casa a los miembros de la Toman, algunos quedaron sorprendidos y otros reían al saber que un omega le diera una paliza a dos de los mejores miembros de la Toman.

-Ya basta todos...Mikey tú decides-.

-¿Qué tan fuerte es Chifuyu?-. Preguntó Mikey.

-Es posible que su fuerza este comparada a la tuya, al igual que sus feromonas...es...demasiado intensa-.

-Esto es serio, si ese chico es tan fuerte como Mikey no tendremos oportunidad contra él-. Comento Draken.

-A menos de que Mikey quiera enfrentarlo-. Comento Kasutora.

-Oh!!-.El líder de Toman sonrió mal.

-Maldita sea Kasutora-.

-Es el colmo....-.

-Mikey no lo hagas-. Dijo Draken.

-O si si lo hare, si ese chico omega es tan fuerte como yo, quiero comprobarlo....Zansu te lo encargo de traerlo para esta noche, haz lo necesario para traerlo-.

-Si mi rey-. Este se retiró rápidamente y fue por sus cosas para buscar al omega.

Mientras tanto la reunión de la Toman seguía hasta que está se dio por terminada.

Mientras que por otro lado Takemichi se encontraba regresado de hacer varias compras para preparar la cena, una vez que llegó a su casa tuvo un mal presentimiento y fue rápidamente hacia la sala, allí se encontraba su padre con un hombre de cabello rosado y varias cicatrices en su rostro.

-Tranquilo hijo-.

-Escucha chico, has lo que dijo o tu padre pagará las consecuencias-.

-No te a trevas a tocar a mi padre-.

-No lo haré si me obedeces-.

-De acuerdo...¿Que quieres?-.

-Nos iremos a un lugar, así que caminen y no intenten hacer nada por que los mató-.

Ambos Hanagaki obedecieron y se fueron con aquel sujeto, subieron a un auto y sus ojos fueron vendados por el mayor, el viaje duro unos treinta minutos hasta que llegaron a la gran mansión. Una vez adentro y con los ojos aún vendados y con sus manos atadas escucharon varios pasos y una voz.

-Buen trabajo Zansun, quitale las venda-.

-Si mi rey-.

Una vez de que sus ojos fueron descubiertos tanto como padre e hijo vieron a muchos sujetos armados y peligrosos.

-Ustedes deben ser los Hanagaki-.

-A si...¿Puede saber que quieren de nosotros?-.

-Su mujer nos debe mucho dinero y la muy desconciderada huyó, ahora ustedes pagarán sus deudas-.

-Ya les he explicado que no tenemos nada que ver con esa mujer, llevamos separados casi dieciséis años-.

-A mi me importa una mierda su vida, pagarán por ella-. Dijo Mikey.

-No le hables así a mi padre idiota-. Comento Takemichi enojado.

Mikey miro en seguida al menor y vio como la mirada del menor estaba más que enojado.

-¿O si no qué, omega?-.

-No te lo perdonare-.

-Jajaja crees que me vas a amenazar en mi propia casa, no seas tonto yo hago lo que quiero-.

Dicho esto Mikey golpeó al padre de Takemichi en frente de todo, este ya no lo soporto y como pudo se liberó de aquella soja en sus manos como pudo.

-MALDITO ALFA-. Grito Takemichi usando su voz de mando.

Todos allí presentes se asombraron al escuchar la voz de mando del chico que se quedaron quietos, hasta Mikey que no reaccionó y recibió un fuerte golpe en su cara por parte del omega, haciendo sangrar la nariz.

-No te acerques de nuevo a mi padre idiota-. Dijo Takemichi poniendose detrás de su padre en forma de protección.

-Eres fuerte....decidido desde ahora serás mi perra y tu y tu padre se quedarán aquí-.

-Antes muerto...me iré con mi padre ahora mismo-.

-No no lo harás se quedarán aquí y con trabajo pagarán las deudas de esa mujer-.

-¿Acaso eres idiota? Ya les dije miles de veces que no!!!-.

-TE CALLAS Y HARÁS LO QUE TE ORDENE-.

Tras usar la voz de mando, Takemichi quedó paralizado era la primera vez que escuchaba la voz de mando de un alfa, no dijo nada y agachó su cabeza para luego asentir, sabía de ante mano que estos sujetos eran peligrosos y él no podía hacer nada, solamente acatar las órdenes de ellos.






MikeyxTakemichi -Destinados-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora