Only Love Can Hurt Like This ||Snape Y Tú||

Capitulo I. La Bienvenida

Narra Jane

Abrí mis ojos de par en par, fue fácil para mi ya que la luz aún no entraba por las ventanas, pues era de madrugada. Intenté moverme ligeramente hacia atrás pero topé con el cuerpo dormido de mi esposo, Severus Snape.Con preocupación rodé sobre mi cuerpo para quedar lejos de sus brazos que seguían abrazándome, me quedé quieta al sentir como él se giraba al lado contrario de la cama y seguía durmiendo plácidamente.

Finalmente me senté en la cama y medité un poco sobre lo que vendría para ese día; 31 de Agosto, un día antes del inicio de clases y, la llegada del expreso de Hogwarts.
Me levanté y me dirigí al baño, una habitación elegante, acogedora y con velas, lo hacía parecer bastante romántico. Tomé una ducha rápida antes de ponerme mi vestido negro, entallado por el torso y ligeramente suelto de la cintura para abajo, me puse mis botas negras y arreglé mi cabello un poco.

Salí del baño y miré un reloj muggle que Newt había conseguido para mi, marcaban las cinco de la mañana, era obvio que nadie iba a estar despierto a tales horas.
Eché una mirada a mi esposo que ni siquiera se había inmutado en verme o sentirme, salí de la habitación y recorrí el gran pasillo de habitaciones de profesores, pasé por la habitación de Sirius, por la de Newt, Mcgonagall y....
Al pasar por la habitación de mi hermano, Remus Lupin, y Tonks, escuché unos susurros no tan claros, se escuchaba como si estuviesen peleando, acerqué mi oído a la puerta para escuchar mejor.

-¡Remus te dije que no era así!- susurraba Tonks, pero en un tono demandante.

-Vale, entonces déjame intento yo- susurró Remus y se escuchó el crujir de la cama-. Te dije que esto saldría mal Tonks..

¿Qué estaba pasando? ¿Estaban discutiendo? ¿Por qué a ésta hora de la mañana?

-¡Basta Remus! ¿No puedes hacer nada bien?

-¡Silencio Tonks! ... Ya casi...

Hubo un gran silencio donde no pude escuchar casi nada, no sabía que estaba pasando hasta que oí más ruido.

-¿Así te gusta?...

-Sí, así me gusta Re...

Me alejé de la puerta lo más rápido posible, lo que creía que era una pelea, resultaba en mi hermano y mi mejor amiga teniendo...
Salí corriendo del pasillo y me acerqué al retrato del bailarín de bigote canoso.

-Contraseña- pidió.

-Ya estoy dentro, no necesito decir nada- el cuadro se quedó callado-. Saltos de rana.

-¿Y la pose?

Rodé los ojos, no podía creer lo infantil que era, junté mis pies y después brinqué como rana en el aire.

El retrato se rió de mi y después se abrió, decidí no tomarle importancia y salí hacia las escaleras que giraban en caracol por si solas, hasta dejarme frente a un pasadizo no visible para alumnos. Bajé las escaleras cambiantes tratando de no hacerle ruido a los retratos que aún dormían, caminé hasta llegar a la entrada del castillo, salí y el frio aire de la mañana azotó mi cara, debía admitir que fue reparador, caminé unos cuantos metros hasta llegar a la cabaña de Hagrid.

-¡Ministerio de Magia, abra la puerta! -Dije tratando de sonar lo más ruda y seria posible.

Me arrepentí al ver como Hagrid, con un mandil rosa con estampado de mariposas y flores, salía asustado esperando toparse con el ministerio.

-Ugh, ¡Jane no me asustes así! Primero el jueves fingiste ser Dumbledore enojado, después el sábado dijiste ser una traficante de dragones y ahora esto!

-Es que eres demasiado fácil de asustar Hagrid, amigo mío.

Pasé en cuanto Hagrid me ofreció té de calabaza, aunque era verano, el frio de aquel día te dejaba titiritando.