Only Love Can Hurt Like This ||Snape Y Tú||

Capitulo III. ¿A Dónde Fue Severus?

La semana había pasado extremadamente lenta, era viernes, solamente habían pasado cuatro días desde el inicio de clases, pero sin Severus parecían meses.
Durante las clases evité todo lo posible a Harry Potter, ya había admitido que Severus había estado en lo correcto, fui demasiado inmadura e irresponsable al haberme burlado de él el lunes en la noche, aunque Tonks y Newt decían que no debía sentirme así, ya que lo que me había hecho Lily era un millón de veces peor, que lo que pasó entre Harry y Draco. Y aunque pareciera estúpido, Minerva me daba cierta clase de "Terapia" como lo llaman los Muggles, que servian para poder superar todo el pasado.

No podía soportar no tener noticias de Severus, pero sé que si le hubiera pasado algo malo ya estaría enterada. Dumbledore me había contado que los ingredientes que él necesitaba se encontraban en Romania, Escocia y Dinamarca, algunos no solo se podían pedir por correo o así, eran materiales peligrosos, pero Severus debe identificarse como profesor para poder comprarlos, por eso tardaría una semana.

Caminé hasta la lechuzeria y silbé una pequeña melodía, de pronto, Foney, mi lechuza pelirroja, voló y se posó en mi hombro. Antes de entregarle la carta la volví a leer para evitar errores.

Severus:

He estado pensando en lo que pasó entre nosotros el Lunes por la noche, solo quiero que sepas que ahora lo entiendo, lo siento por enojarme, trabajaré en eso, gracias por hacerme entenderlo, espero me disculpes, y espero saber que te encuentres bien y tu tarea se te esté dando fácil.

Psd.
A Foney le dio un pequeño resfriado, no es nada grave, solo necesita tomarse una píldora pequeñisima, está dentro de la carta, cuando llegue contigo ¿Podrías dársela? Por favor.

Atte. Jane Snape

Cerré la carta y metí la píldora de Foney como había escrito, le di una pequeña galleta de alpiste y ésta agradecida, tomó la carta.

—Ahora mismo Severus debería estar en Escocia en el hotel Dornoch...según dijo Dumbledore, no debería tomarte mucho encontrarlo— dudé si debería darle otra instrucción, pero me decidí—. Foney...si ves que Severus no escribe nada, pícalo hasta que lo veas escribir de vuelta.

Foney ululó, abrió las alas y salió por el ventanal.

Volví mis pasos dentro del castillo, divagué un rato por los pasillos, eran las ocho de la noche, no sabía que más hacer, la habitación era melancólica si solo estaba yo ahí, suspiré y seguí caminando.

—¡Profesora Snape!— gritó una voz masculina detrás de mi.

Giré y vi la melena de Cedric Diggory agitándose mientras corría.

—Diggory, deberías estar en tú sala común ¿Pasa algo?

—Nada malo, es solo que... —vaciló un poco rascándose la nuca—. Bueno, en la sala Hufflepuff pensábamos... Que tal vez el profesor Scamander, la profesora Tonks y usted pudieran venir a charlar con nosotros...

—¿Charlar con ustedes? ¿Por qué ? ¿Qué pasó? — pregunté algo asustada, era la primera vez que un alumno me pedía algo así.

—Bueno, de hecho, solo con los Hufflepuffs chicos.

Quise entender a donde iba todo esto, tal vez eran problemas de chicas o problemas de popularidad ¿Qué problema podría tener un chico de trece años como Diggory?