Only Love Can Hurt Like This ||Snape Y Tú||

Capitulo XIII. Trelawney

—Es que no lograba despertar a Severus...

Todos me miraron con incredulidad, lo cual hizo que me ruborizara ¿Habré sido muy obvia?

—No me miren así ¡Entren!

—Calcetines navideños.

Las gárgolas de la entrada comenzaron a abrirse  lentamente, todos en un gran e incomodo silencio, menos Queenie, esa mujer parecía estar bajo el hechizo de amortentia todo el tiempo. Las escaleras aparecieron frente a nosotros y las subimos, esperando un viaje de unos 15 segundos hasta el despacho.

—Toc Toc— saludó Nini tocando la puerta a la vez.

—Pase.

Las 4 chicas pasamos a la vez saludando respectivamente.

—Buenos días chicas ¿Cómo va su mañana?

—Va muy bien, el clima esta de locos últimamente— dije siendo la ultima en sentarme.

—Es verdad, es raro que en Hogwarts se presente este tipo de clima en Septiembre— rió ofreciéndonos unos dulces a lo cual Queenie tomó uno.

—Bueno, señor Dumbledore, tenemos muy buenas noticias— Tina me miró con entusiasmo y miró de nuevo a Dumbeldore— Creemos tener opciones de hábitat para los hipocampos del lago negro.

—¡Vaya! Esas si que son excelentes noticias— aclamó Dumbledore juntando sus palmas de felicidad— Y díganme ¿Dónde será?

Oh...

—Eh sí— balbuceó Tina— Bueno, es un lugar muy hermoso, yo he estado ahí un par de veces y...

Todas quedamos en silencio, según el plan, Newt debería aparecer ¡Ya!

—Lo siento, estoy un poco distraída olvidé el nombre del lugar— Dijo Tina con nerviosismo, luego me miró— ¿Jane?

¡Claro! Déjame todo a mi.

—Es en...

Fui interrumpida por los pedazos de vidrio que salieron volando de la ventana. Todos nos cubrimos las caras por lo inesperado que había sido.

—¿Qué fue eso?— preguntó Queenie con su voz temblorosa.

—No sé— dije con toda la verdad, se supone que Newt haría una pequeña ventisca ¡No haría volar la ventana!

—Descuiden señoritas— tranquilizó Dumbledore— Debió ser el aire que....

No pudo terminar porque un mini tornado entró al despacho aventando a Dumbledore al piso al igual que a nosotras.

—¿Qué carajos está pasando?— Gritó Nini aferrándose al piso para no irse a estampar a la pared por la presión del aire.

Palmeé mi vestido para buscar mi varita pero... Tal vez desnudarse con tu esposo antes de una misión no era buena idea.

Dumbledore sacó su varita y en un movimiento ágil esfumó el tornadito. Todos nos quedamos asimilando la situación, claramente esto no era lo que habíamos planeado, y en menos de cinco segundos una gran tormenta comenzó afuera.

—Reparo— susurró Nini para volver a arreglar la ventana.

—El clima está de locos— repetí tratando de aligerar la cosa.

—Quidditch— susurró Dumbledore como si hubiera conectado los puntos en su cabeza.

—¿Cómo?— preguntamos todas al unísono.