Seguíamos fuera del establecimiento escuchando los gritos del señor pelirrojo y del ministro de magia, se escuchaban cosas como «¡Quienes son esos desquiciados!» « Cornelius diles que se vayan» «Cierren la boca ambos»
Fruncí los labios por la incomodidad mientras me balanceaba de atrás hacia adelante, todos mirábamos hacia el suelo excepto Severus, que miraba preocupadamente al establecimiento con sus manos entrelazadas.
Tras varios minutos de gritos, el ministro de magia salió hecho una furia con la cara roja, se acercó con grandes pasos hacia nosotros y gritó:
—¡¿Cómo se les ocurre?!
Severus y yo abrimos la boca para espetar pero Tina se nos adelantó.
—Ellos no tuvieron nada que ver con nuestro plan— Tina nos miró y después volvió al ministro—. Fue nuest.... mi culpa, yo fui la de la idea...
—Identifíquese—le gritó Cornelius echándonos una mirada.
—Porpentina Esther Goldstein, aurora del Magicongreso Único de la Sociedad Americana.
—Présteme su identificación—pidió nuevamente Cornelius mientras hacía aparecer unos papeles en su mano.
—Eh....sí....no los traigo conmigo...—admitió Tina.
—¿Como dice?— preguntó el ministro.
—No la... está suspendida.
—¡Asombroso! ¡Estupendo! ¡¿Me está diciendo que viene deportada a este continente, destruyó un restaurante en un pueblo sagrado de Escocia, y tiene una licencia de auror suspendida?!
Tina se limitó a sonreír tímidamente y asentir.
—Barbaro— Refunfuñó el ministro—. Tendremos que llevarla a la corte y espere lo peor, pueden llevarlos a Azkaban— el ministro estuvo a punto de irse pero yo lo interrumpí.
—Señor ministro de hecho...— me carraspeé la garganta para sonar más formal—. Dumbledore me contó que el ministerio había dicho que debíamos retirar a los hipocampos de Hogwarts ¿No es así?— inquirí.
—¿Y eso a que viene?— preguntó irritado.
—Bueno... Porpentina trabaja con criaturas de talla grande, como puede ver— señalé el desastre, hasta ahora me había percatado que el dragón seguía a unos metros de nosotros viendo el mar por encima de los establecimientos—. Porpentina puede hacerse cargo de los hipocampos en Hogwarts... con tal de que la libere de los cargos...
Cornelius me miró asombrado, o quizá se vio acorralado por mi propuesta, si tanto quería el ministerio quitar a los hipocampos, debía aceptar, nos convenía que sí.
—Que inteligente Jane...— dijo con seriedad, vaciló unos segundos y después habló—. Está bien... pero a partir de ahora quedan bajo su custodia hasta que ellos tres consigan papeles de residencia y renueven sus licencias como aurores— miró al señor Kowalski y después a su esposa—. Ustedes dos... ¿Son aurores?
Ambos negaron y la chica rubia respondió rápidamente.
—No señor, somos panaderos...
Cornelius nos volvió a echar una última mirada fugitiva a todos para después desaparecer.
—Bueno...— comenzó Tina—. Gracias por eso—me agradeció.
—Es lo menos que podía hacer— respondí refiriéndome a Foney.
—Bueno, ya que estamos vetados de Escocia, será mejor que regresemos a Hogwarts— soltó Severus un tanto un irritado.
Sin decir más comenzamos a caminar de nuevo hacia la salida del pueblo, todo en completo silencio, solo con el sonido de las olas de fondo. Tras pasar los minutos la señora que nos había tratado de mala gana se veía contenta, tal vez porque ya nos habían vetado y no volveria a vernos otra vez.
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Only Love Can Hurt Like This ||Snape Y Tú||
FanfictionSeverus y Jane Snape han sido esposos por 12 años, ambos son maestros en Hogwarts, colegio de magia y hechicería, tienen una vida bastante tranquila junto a sus amigos, «Quienes también trabajan ahí» Hasta que llega la generación del año 1991, mucho...