▫️⚜Capítulo 16

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—POV Alanna—

Me despierto por algo que advierto sobre mi rostro. Siento como un dedo me toca la mejilla.

— Basta —me quejo, mientras paso mi mano por sobre mi rostro para ahuyentarlo.

Vuelvo a sentir otra vez el dedo, solo que ahora me toca la nariz.

— Asher, déjame dormir —protesto.

No me puede dejar dormir tranquila.

— Entonces, ¿Te dejo encerrada en el carro?

— ¿A qué te refieres? —pregunto, cambiando mi tono de voz. Todavía estoy adormitada, así que mantengo mis ojos cerrados.

— Que ya llegamos Ann —responde, mientras siento como retira la sábana que rodea mi cuerpo. —ya tendrás tiempo para dormir en la noche.

El silencio reina por unos segundos. Bravo, finalmente decidió dejarme en paz.

Una mano se posa en mi hombro y empieza a moverme suave e insistentemente.

— Ya voy —comento con molestia.

Abro los ojos lentamente, y lo primero que me encuentro es su rostro con una brillante sonrisa en sus labios.

— ¿Por qué están tan contento? —indago, mientras bajo los pies de su regazo y me acomodo bien en el sillón.

Suelto un bostezo, mientras bajo el parasol para poder verme en el pequeño espejo.

— Ya entenderás —es lo único que responde.

Utilizo mis manos para arreglarme el cabello. Saco de mi bolsa un paquete de toallas húmedas, y saco una para poder limpiarme la cara. Agarro mi brillo labial y me coloco un poco en los labios.

En lo que me arreglo noto por el rabillo del ojo como Asher se baja del carro. No le pongo importancia y sigo con lo mío.

A los pocos minutos siento mi puerta abrirse. Justo ahí, lo encuentro parado con las manos metidas dentro de las bolsas de su pantalón.

— Apresúrate, Ann —dice impaciente. —nadie va a notar la baba seca de tu ropa.

Guardo mis cosas en la mochila y la toma. Sin prestar atención a mi alrededor me bajo del carro. Cierro la puerta y luego me giro hacia Asher.

— No tienes que andarme apresú...

Observo el lugar en el que estamos. No puede ser.

— Asher ¡No puedo creerlo! —exclamo con emoción, acortando la distancia entre nosotros. —me hubieras dicho que veníamos a este lugar.

Estamos en un lugar al que veníamos cuando éramos jóvenes. De primero veníamos con mis padres, pero, conforme fuimos creciendo dejaron de acompañarnos.

— Tenemos años de no venir —comento, mientras paso por su lado y empiezo a caminar directo a la puerta de la cabaña.

Estamos en Paintball Sports.

— ¿Te gustó la sorpresa? —escucho justo a mi lado.

— Por supuesto que sí —contesto, mirándolo directamente.

Asher abre la puerta y suena una campana justo en ese momento. Me deja pasar de primero.

Entramos y nos dirigimos a la recepción.

— Buenas tardes, bienvenidos a Paintball Sports —una mujer pelinegra nos da la bienvenida. Unos bucles enmarcan su redondeado rostro.

Ella nos brinda una sonrisa radiante.

La verdad en él ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora