▪️⚜Capítulo 23

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 POV Sky

— ¿Por qué eres tan mala conmigo? —protesta Jayden, desde el suelo. Me mira con una cara de pocos amigos y con ese cabello suyo hecho un desastre.

— Porque así soy —respondo con simpleza, desde la cama. —además, no es para tanto. Solo es una noche —agrego, y no puedo contener mi sonrisa.

Lo observo levantarse y encaminarse hacia el pequeño puf azul que se encuentra pegado a la pared. Toma asiento, se cruza de brazos y me mira, serio.

— Sabes —dice, observándome. —no has cambiado para nada. Sigues siendo la misma chica aburrida e insoportable de la universidad —cruza una pierna sobre la otra.

¿Me interesa lo que piense de mí? Por supuesto que no

— Gracias —replico, llevándome una mano al pecho, y ensancho más mi sonrisa. —podría decir exactamente lo mismo de ti —descruzo mis piernas y me siento en el borde de la cama. —sigues siendo el mismo idiota de la universidad.

Arquea una ceja y observo como sus labios se estiran un poco en una pequeña sonrisa.

Él y yo, nunca hemos sido amigos, simplemente conocidos. Acepto que tal vez sí lo llegué a conocer. Todo por culpa de Ann. Ella me contaba cosas de él sin yo preguntárselo.

Ella se emocionaba porque Jay sacaba un sobresaliente en algún proyecto y me contaba. También, cuando se comportaba como un imbécil con las chicas.

Lo conozco sin siquiera ser mi amigo.

— Gracias, preciosa. No sabes lo mucho que me gusta escuchar ese halago de tu parte —me guiña un ojo y se levanta del puf, para comenzar a dirigirse hacia la puerta del baño.

— Despreciable —comento, justo cuando pasa por enfrente de mí.

— Irritante —contesta él, deteniéndose y regresando los pocos pasos que había avanzado.

— Pretencioso —replico y me levanto de la cama. Doy un paso hacia él.

— Desagradable —me sostiene la mirada y da un paso hacia mí.

— Presumido

— Pesada

— Soso

— Torpe

— Gilipollas

— Boba

— Cavernícola

— Bruja

— Cabeza Hueca

Súper maduros nosotros.

— Cuatro ojos —me mira divertido, a pocos centímetros de distancia.

— Cobarde

Logro vislumbrar sus ojos ámbar centellar. No sé en qué momento comencé a retroceder, pero, ahora que me doy cuenta, mis piernas están tocando el colchón de la cama.

Siento su mirada sobre mí, así que elevo mis ojos hacia él. Levanto la cabeza unos centímetros para verlo directamente.

— Que ingeniosa, Sky —lleva su dedo índice a mi rostro. Empieza a trazar mi mandíbula lentamente. Puedo sentir un leve cosquilleo que deja su dedo al pasar. No es absolutamente nada. —al parecer, tienes varios adjetivos reservados para mí —su dedo baja a mi cuello, y envés de retirarlo, añade los demás. Me agarra suavemente del cuello.

Siento mis labios resecos, así que me los relamo.

Sin que él lo espere, sitúo una mano sobre su pecho. Noto cierta sorpresa en su rostro. Empiezo un lento recorrido. Dejo mis dedos sentir la suave tela de la camisa. Llego a sus hombros y aprovecho la abertura de la camisa para adentrar mis dedos y sentir su cálida piel.

La verdad en él ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora