La verdad en él ©

▫️⚜Capítulo 12 [2/2]

—POV Asher—

Llego al carro y me subo en el asiento del copiloto. Dejo mi mochila en los asientos traseros y luego me abrocho el cinturón.

— ¿Listo? —pregunta Juliette a mi lado.

— Listo —afirmo y volteo a verla. Me encuentro con una sonrisa divertida en sus labios.

— Entonces, vamos a casa —comenta ella, mientras empieza a retroceder para poder salir del instituto.

Pasan dos minutos. Por el rabillo del ojo puedo observar como estira su mano hacia la radio. Me adelanto.

— Deja, ya lo hago yo —informo y enciendo la radio.

Empiezo a saltar de estación en estación. Finalmente me detengo en una que nos encanta a ambos.

Es una estación en donde pasan música clásica. Y por música clásica me refiero a música buena, así como: Pink Floyd, The Rolling Stones, y por supuesto, no pueden faltar, los mejores. The Beatles.

Todo fue culpa de Julie. Ella ama este tipo de música. Y de tanto que pasa escuchándola en la casa, a mí también me empezó a gustar de a poco. Escucha música cuando cocina, cuando hace limpieza, cuando salimos en el carro. A todas horas.

Empieza a sonar "Love me do" de los Beatles, y volteo a verla.

Julie está con una deslumbrante sonrisa. Ya sé lo que viene.

Empieza a cantar con toda la pasión del mundo. No puedo evitarlo. Comienzo a cantar junto a ella.

Cuando terminamos nuestro concierto, nos miramos fijamente. Empezamos a reírnos descontroladamente.

— ¡Cuidado mundo! Ash y yo vamos hacia la cima —exclama, con la mirada hacia el frente, y hace el amago de sostener un micrófono. —dentro de poco la mejor disquera nos manda nuestro contrato.

— No cabe duda —secundo, mientras me río sin poder evitarlo.

Ella es la mejor.

— Bueno, ahora cuéntame, ¿Cómo les fue en la escuela? ¿Alguna novedad? —me mira de soslayo, con cierta curiosidad.

— Nos fue bien, como siempre —contesto, encogiéndome de hombros.

Oculto el breve descanso que tuvimos con Ann, y trato de evitar pensar en la pequeña molestia que se arremolina en mi estómago.

— ¿Seguro? —inquiere, alzando una ceja.

— Sí, seguro. ¿Por qué preguntas? —ahora soy yo quien levanta la ceja. —¿Algo que yo no sepa? —agrego con un tono suspicaz.

— Noup, solo era curiosidad —responde, encogiéndose de hombros.

Seguimos nuestro camino con tranquilidad. Con la radio de fondo y con nuestro concierto a tope.

Llegamos a casa.

Agarro mi mochila de los asientos traseros. Nos bajamos del carro y entramos a la casa.

Observo a Julie dirigirse a la cocina. No pierdo el tiempo y me voy directo a mi habitación.

Dejo mi mochila en el escritorio, y no tardo en cambiarme el uniforme por ropa más casual.

Bajo nuevamente en búsqueda de Juliette. La encuentro en la cocina, parada justo enfrente de la estufa. Está revolviendo algo dentro de un caso.

Me acerco a ella y me coloco a su lado, par ver qué es lo que cocina.

— Hice tu comida favorita —comenta, mirándome de soslayo.

— Huele delicioso —digo, mientras inspiro hondo, captando el deleitante olor a salsa.