CAPÍTULO 5

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Taehyung se encontraba en su cuarto haciendo el trabajo del pelinegro, tenía una sonrisa en su rostro al recordar el casto beso que su mayor le había dado. Estaba más que feliz al ser novio de su amor platónico.

—¡Jeon Jungkook y Kim Taehyung se van a casar y tener muchos bebés! —Cantaba mientras seguía con aquel trabajo—. Kookie… Kookie y TaeTae… 

En eso, entra su mamá al cuarto.

—Hola, bebé... ¡¿Mi amor que te paso en la cara?! —La señora Kim se acercó preocupada hacia su hijo viendo cómo su labio inferior estaba sangrando y su mejilla se encontraba roja.

—Mami, solo fui demasiado torpe en la clase se educación física. —Tocó ligeramente la mejilla de su madre para tranquilizarla, cosa que hizo a su madre preocuparse más.

—¡Oh, mi amor! —La señora abrazó el cuerpo de su bebé, le frustraba no poder ayudar a su hijo y en especial cuando este nunca se quejaba.















—Como siempre, eres el mejor Kook. —Irene se encontraba en la puerta principal de su casa despidiéndose del pelinegro.

—Tú igual, princesa. —Jungkook le dio un efímero beso en los labios para después darse la vuelta y comenzar a caminar lejos ella—. Adiós —dijo por último, sonriendo por el polvo que hace minutos se acababan de tirar.

Se dirigía hacia su casa, se había echado un buen polvo con su ex. De repente, le llegó un mensaje a Jungkook.

¡Imbécil!

Buenas noches.

Kookie, te amo. ❤

[11:30]

 

Buenas noches, bebé.

[11:31]

Jungkook sonríe maliciosamente. A Jungkook le hacía demasiada gracia jugar con lo que sabía era importante para Taehyung: los puros y sinceros sentimientos que sentía hacia él. No podía parar de reír, porque todo el hecho le parecía sumamente repugnante y mientras Jungkook se burlaba de aquello, Taehyung yacía en su habitación imaginando más días al lado de su ilustre caballero plateado.

Era sábado y el pelinegro quería salir un rato. Como quería el trabajo en excelentes condiciones, decidió vestirse con una playera blanca holgada, jeans negros ajustados, un poco rasgados de las rodillas, y sus timberland, pues iría a pedirle una “cita” al menor. Su mamá le ve bajar y frunce el ceño.

—¿A dónde vas? —preguntó ella bajando la revista que estaba leyendo.

—Voy a salir con Taehyung —contestó seco e hizo una mueca cuando vio a su progenitora sonreír.

—¡Ve y diviértete!

Salió sin querer seguir en aquella patética situación, caminó hacia la casa de al lado, tocó el timbre y a los pocos segundos abrió la señora Kim.

—Hola, Jungkook. ¿Qué necesitas? —La señora sonríe ampliamente ante la presencia del hijo de su amiga, lo cual e resulta un tanto extraño puesto que Jungkook solamente iba a visitarlos cuando su madre lo hacía.

¿Qué se siente estar en mi lugar? •KookTae•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora