|-ꪶꪖ ᥴꪖ᥅ꪻꪖ-|

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Era un día viernes durante la tarde. Edd estaba sentado en el sofá junto a Ringo, acariciando su suave pelaje con gran cuidado.

Este normalmente solía hallarse en su dormitorio dibujando o continuando una de sus animaciones, pero a diferencia de las demás veces, estaba en la sala, escribiendo, lo cual era raro en él, pues solo hacía guiones para sus animaciones.

¿Qué era lo que escribía?

Una voz hizo presente dentro del salón.

—¿Edd? —habló un chico de cabello en puntas dirigiéndose al sofá. Curioso, se acercó al dibujante.

—¿Mhm? ¿necesitas algo Tom? —sin dedicarle la mirada, siguió mirando la hoja pensando en lo siguiente que anotaría.

—Nada en especial, solo vine para saber lo que hacías, hay pocas veces que te he visto escribiendo... aquí —tomó asiento y observó la escena, divisando varios papeles alrededor de su amigo.

—Lo sé, normalmente suelo hacer las cosas dentro de mi habitación. Y respondiendo tu pregunta, estoy haciendo una carta... no es importante, de verdad —hizo girar el lápiz, y una vez más colocó la punta sobre la hoja.

—Eso es nuevo —vio a su contrario y los objetos que traía en sus manos—. ¿Para quién es? si es que se puede saber.

El mayor guardó silencio.

—¿Piensas responder? —paciente, esperó a que hablará.

—Podría hacerlo, con la condición de que no le menciones a nadie nada de esto —realmente creía confíar en él. Desde su infancia fue así.

—Puedes contar conmigo.

–Mira... es alguien que está bajo el mismo techo donde vivimos nosotros —mencionó a lo bajo. Solo habían tres opciones, y era muy probable que Tom encontrase la respuesta en un par de segundos.

—¿Amas a alguien que vive aquí? —preguntó a pesar de tenerlo claro.

—No, para nada te lo acabo de decir –tomó una bocanada de aire–. ¡Pues claro que sí! ¡recién te lo dije! —exclamó.

—Vale, vale. Creo que era evidente sabiendo que no hay muchas personas las cuales conozcas del todo fuera de casa —vió la carta una vez más, echándole una mirada intrigada—. ¿Te gusta T...?

No pudo completar lo que iba a decir debido a que Edd lo interrumpió, poniendo un dedo en su boca.

—No, no es Tord —habló con un tono seguro de lo que decía, retirando su mano.

—No puedo creer que de esta opción. ¿Soy yo? –puso cara rara, no de disgusto, sino de incomodidad.

El hecho de que te guste alguien con quien vives era literalmente pasar un infierno, ya que en caso de querer evitar esos sentimientos te pondría en una situación complicada, donde visualizar a esa persona especial sería constante.

—Tampoco eres tú... —reflexionó en su interior si fue buena idea pasar el tema. Creyó que debía haberse callado antes de arruinarlo todo y ahora estar así, pasando una vergüenza horrible.

<How I really feel about you> [MattEdd/EddMatt/Tomtord]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora