Peter Stark & Irondad ONE-SHOTS

We're Similar

Todo empezó cuando Tony salió a caminar por las solitarias calles de Manhattan, era una de esas pocas veces en que la gran manzana no estaba abarrotada de gente, él estaba estresado, confundido y sólo.

Pepper renunció alegando que quería vivir una vida sin estrés todo el tiempo siendo empleada de Stark Industries, no la culpaba, Rodhes estaba en una misión desde hacía meses y el ejército no le daba señales de que siguiera vivo, Happy se mantenía al margen y estaba ocupado reforzando la seguridad de la Torre y los que fueron su familia vengadora, lo dejaron tirado en un lugar desconocido casi muerto y desamparado.

Pensó en hablar con el gobierno sobre perdonarlos pero se retractó. Él descubrió que en cualquier momento donde ellos difirieran en algo; le darían la espalda, púes entonces que se atenieran a las consecuencias. Quería perderse en alcohol pero el sabor le comenzó a repugnar de tanto consumirlo y aún así, no sabía cómo sacarlo todo, no confiaba en la terapia, pues sabía que por muy profesionales que fueran, terminarían contando sus secretos al público con tal de verlo mal.

Básicamente, moría lentamente.

Paso caminando por varios locales, unos abiertos y otros cerrados, grupos de gente sospechosa a la cual supo evadir y demás, caminaba perdido en su mundo hasta que escuchó como algo chocaba estrepitosamente contra algo de metal, iba a ignorarlo, no era su problema.

Pero eres Ironman.

Eso no me importa.

Eres un vengador.

¿Y que?

Alguien te necesita.

Para eso es la policía.

Eres una basura...

Estuvo de nuevo peleando con su conciencia, iba dejar que la gente resolviera sus asuntos, solo basta que escuchó más gritos y después... Una voz débil, quebrada y joven... Muy joven.

—¡Entregamos el dinero!

—Y-yo no tengo nada.

—¡Tu tío pidió prestado a lo largo de los años treinta mil dólares, pagalo!

—P-pero yo no los presté, fue él... Tus asuntos son con él. —Trató de defenderse el chico el cual estaba tirado en el suelo luego de ser aventado al contenedor de basura y abollarlo.

—¡El viejo está muerto y la deuda recae en tí! — Gritó el hombre viejo.

—En t-todo caso, la deuda de él se pasa a la de su cónyuge, yo no tengo nada que ver ahí ¡También soy una víctima de sus mentiras! — Habló el chico molesto. Resibio una bofetada.

—¡No te quieras hacer pasar de listo conmigo o te mato!

—¡Adelante, hazlo! Aún así, el dinero te lo debe la esposa del viejo. —Retó el chico, el hombre lo tomó a mal y sacó un cuchillo de su bota para ir a apuñalarlo.

Tony no pudo seguir viendo lo que pasaba pues se interpuso entre el arma y el niño, media armadura de había materializado en su pecho y el cuchillo se rompió, dejando solo el mango.

—Ya escuchaste al niño, no te debe nada, más te vale irte o te mato. — Advirtió Tony enojado, el hombre aún no podía creerlo pero no quiso dar paso atrás, Tony solo disparo en uno de sus propulsores dejándolo tirado en el suelo inconsciente.

Volteó para ver al niño, el cual lo veía sorprendido.

—¿Estás bien? —Preguntó el mayor preocupado. El chico sólo asintió sin saber que decir. — ¿Quieres que te lleve a casa? — El chico negó.