Capítulo 13

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Capítulo 13

Fortaleza MoonLight.

Los pequeños jadeos y gemidos inundaban mis sentidos, mi manos recorrían su piel suave y tersa, mientras mis ojos se enfocaban en algo mas que no fueran los suyos, no podía hacerlo, no podía mirar esos ojos verde esmeralda sin sentir... furia, siempre que la tocaba o la miraba era lo que sentía. Catrina no era una mujer indulgente, tampoco amable, pero era justa, aun así eso no evitaba que sintiera furia cada vez que la veía, todos la adoraban, lo hombres la deseaban, muchos soñaban con tenerla en su cama, y yo era ese afortunado, vendería mi alma porque no fuera de esa forma. Tenia suficiente con ser el verdugo de su pueblo, las miradas de recelo y miedo eran mas que suficientes, pero cada día tenia que soportar las miradas de odio o envidia, mi pan de cada día, me sentía TAN AFORTUNADO... su cuerpo tembló bajo el mío, lo que hizo que volviera a la realidad, mis movimientos lentos se hicieron mucho mas rápidos, su cuerpo temblando a cada movimiento del mío, hasta que por fin un grito de éxtasis escapo de sus rosados labios, labios que todos deseaban besar y de los que ya estaba cansado, no tarde en alcanzar mi propio clímax, mi cuerpo tensándose ante este, con la respiración agitada me eche a un lado recostándome sobre la cama.

Unos minutos después estaba listo para largarme del lugar, me levante y empecé a vestirme sintiendo como su penetrante mirada estaba sobre mi, no le hice caso y solo seguí vistiéndome, cuando ya empezaba a colocarme la camisa ella hablo.

-Nunca me decepcionas cada vez que vengo a verte, eres magnifico Kaziel –la mire levantando una ceja, quería algo de mi, cuando empezaba a alagarme era porque me tenia alguna tarea desagradable.

-¿Qué tengo que hacer ahora? –le pregunte, ella se sentó en la cama y suspiro.

-Que frio eres, pero es así como me gustas. Esta vez vengo con una tarea complicada, no puedes decir que no, así que no pienses en ello –dijo divagando, esto no sonaba bien, cuando hacia eso es porque no quería soltarme de inmediato lo que tenia que hacer.

-Solo dímelo –le exigí y ella volvió a suspirar mirando a su alrededor como si estuviera pensando en que decir.

-Se trata de un inmortal, necesito que la rastrees y la atrapes, sin matarla -le mire sorprendido, era la primera vez que me pedía atrapar a alguien sin matarle.

-¿De quien se trata? No he escuchado nada en la fortaleza, ninguno de nosotros se ha desequilibrado en un tiempo –le dije y ella negó con la cabeza.

-No se trata de uno de mis inmortales, creo que conoces la historia de Elena ¿Cierto? –Asentí ante eso pero no dije nada al respecto- ella tuvo cuatro hijas hace muchos siglos, mucho antes de que yo descubriera mi habilidad para crear inmortales. Te diré todo para que vayas preparado, esto es un secreto, ante el resto esas niñas están muertas pero es mentira, Elena no las mato, simplemente las encerró durante todo este tiempo –ella se quedo callada por un instante, vi la duda reflejada en su rostro, como si lo siguiente que fuera a decir no tenia que ser dicho- Una de ellas escapo de su encierro, y es a ella a quien tienes que rastrear, hace unos días convirtió humanos en piedra en venganza contra uno de los sacerdotes que la mantenía cautiva, y no es eso lo que la hace peligrosa, la queremos atrapada porque fue capaz de matar a dos guardianes –me quede de piedra ante esa revelación, mi habilidad para matar inmortales solo se aplicaba a los que Catrina creara pero alguien capaz de quitarle la vida a un guardián, era imposible.

-¿Puede matar guardianes? –mi pregunta fue absurda pero quería salir de dudas.

-Si, se que esto es peligroso pero no tengo mas opciones que enviarte, ya fue decidido por los guardianes, y tengo fe en que puedes atraparla, eres un gran guerrero y muy inteligente, se que puedes ser capaz de conseguirlo –no dije nada, no sabia que decir exactamente, sopese mis opciones, la cuales eran cero, no podía negarme. Mi cuerpo tembló un poco, pero este no fue de miedo, fue de anticipación, aunque esto me sorprendía no me asustaba.

Los Anhelos de una DiosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora