𝐀𝐏𝐎𝐋𝐎𝐆𝐈𝐄𝐒 || ❝Supongo que se volvió un hábito para ella disculparse por cuestiones insignificantes y otras de las cuales no eran su culpa.❞
Natalie Rudd, ━ Red como le decían sus amigos, por su cabello rojo ━ una bruja privilegiada se muda...
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mitad esperanza.
LORRAINE HABÍA ODIADO LA VEZ QUE, ESTANDO EN MEDIO de una reunión de padres en el antiguo instituto neoyorkino al que asistía Natalie, notó que Jonathan miraba a una madre. Una madre casada por cierto. Se le heló la sangre cuando un atisbo de sonrisa asomó a sus labios. Era el tipo de sonrisa que hacía cuando admiraba algo.
La madre de Damiana, si venía al caso, estaba en el lado receptor. El hombre de pelo negro tupido miró fijamente a Tiburcia desde el otro lado de la habitación, quien le devolvió la mirada, no sin antes que un ligero rubor subiera por su cuello y continuara su conversación con su grupo de amigas.
━ ¿Qué fue eso? ━ ella le cuestionó.
Su marido solo se burló y puso los ojos en blanco.
━ No hay necesidad de estar celosa, cariño. Sabes que eres mi mujer. ━ dijo mientras envolvía un brazo alrededor de su cintura y la acercaba más a él, depositando un beso húmedo en el arco de su cuello.
Unos metros más allá, Tiburcia Beaufoy miró en su dirección una vez más, con el ceño fruncido jugando en sus labios.
Fue cuestión de tiempo cuando lo que sabía, se confirmó con una prueba. Tiburcia en su propia casa atrapada contra la pared por Jonathan. Una de sus pálidas manos se posó en su cintura, la otra firme contra la pared. Él le estaba susurrando algo. Una sonrisa juguetona pegada en sus labios. Lorraine no podía culpar a Jonathan por su atracción. Sabía que Tiburcia Beauofy era hermosa.
Por supuesto, la mujer era bonita, pero él era su esposo y ella estaba casada. Lorraine, si bien no lo amaba como antes, se sentía profundamente humillada.
Se aclaró la garganta en voz alta. El Rudd se separó y se giró en su dirección. Una expresión irritada cruzó su rostro, antes de que se recobrara y le sonriera a su esposa.
━¿Qué hace ella en mi casa? ━. espetó, cruzándose de brazos. Siempre resultó más fácil mostrarse enojada con la amante de su marido, que con su marido.
━Cariño, ella es la madre de Dami.
Lorraine se cruzó de brazos, furiosa.
━ Lo sé, pero no veo ni a Dami ni a Nat, ¿me estas siento infiel entonces? ━ ella acusó
Tiburcia solo se despidió con rapidez e incomodidad, mientras la ira envolvía a Jonathan. Ni bien estuvieron solos, se acercó a ella, colocó firmemente una mano en su garganta y la estrelló contra una pared de adoquines.
━No tenías porqué ser descortés con ella ━. le escupió.
Lorraine arañó su mano, lágrimas deslizándose de sus ojos. No usaría su magia, no contra él, no contra su voto que hizo el día de de boda. Esa no era la primera vez que Jonathan se ponía violento con ella. En algunas ocasiones la había tirado botellas, en otras la había tirado a ella contra las paredes cuando estaba enojado. A veces, si su padre lo había sermoneado recientemente, la follaba bruscamente, lo suficiente como para que ella sangrara.
