𝐀𝐏𝐎𝐋𝐎𝐆𝐈𝐄𝐒 || ❝Supongo que se volvió un hábito para ella disculparse por cuestiones insignificantes y otras de las cuales no eran su culpa.❞
Natalie Rudd, ━ Red como le decían sus amigos, por su cabello rojo ━ una bruja privilegiada se muda...
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SUENTRADA AL INSTITUTO DE FORKS FUE sensacional. Natalie Rudd, Damiana Lilith Beaufoy y Roane Beaufoy caminaron con la seguridad digna de una reina. El beagle estaba certificado como acompañante y tenía permitido entrar a la institución a la que solo les quedaba una semana de clases. Que Damiana entrara por ese poco tiempo era solo por razones de seguridad, ambas eran más fuertes juntas que separadas.
Lorraine casi había enloquecido cuando en una de sus visiones observó a vampiros de los Vulturi en Seattle, Jean especialmente, permitirles a los neófitos seguir vivos por un tiempo hasta la próxima guerra. Natalie no pudo evitar discutir con su madre quedarse en Forks igualmente. Así que, a su forma, lograron que Dami entrara.
Se detuvieron cerca de la entrada. Natalie inclinó la cabeza hacia atrás para admirar el cielo gris mientras encendía un porro. Llevaba un vestido de gasa y sus botas, ninguna de las cuales tenía ni una mancha de sangre. Habían recitado un hechizo de protección a la mañana y habían usado un poco de ella, pero se aseguró de que no quedara rastro alguno.
Ella sopló un anillo de humo entre sus labios, ajena a la presencia de humanos. Se imaginó, observando a la nada misma, la satisfacción del resplandor, el calor y el crepitar del fuego mientras quemaba vivos a los neófitos. Como esa dulce y enfermiza sensación que le invadía cada vez que fumaba porro. Damiana se aclaró la garganta. El sonido sacó a la bruja de su ensueño, y giró sobre sus talones para verla.
━Bueno, ¿Vamos a saludarlos? ━ preguntó la rubia ━. Merezco conocer a tu futura esposa.
Natalie le tendió el porro a Damiana, quien lo aceptó y le dio un gran golpe. Si mirabas dos veces, verías que la rubia se veía tan pequeña, tan cansada, que para la pelirroja era como verse al espejo. Ambas se sintieron más fuertes al estar juntas. No eran felices como alguna vez debieron serlo, en el fondo algo no estaba bien y sus rostros iluminados con sonrisas intentaron asegurar lo contrario.
Natalie se prometió así misma proteger de la rubia, a toda costa. La ayudaría con su tratamiento y estaría a cada paso, por difícil que sea.
Se giró para continuar su caminata y una oleada de tristeza retorcida desgarró las entrañas de Natalie al ver a Rosalie a lo lejos. La deseaba tanto en ese momento, incluso si la había ignorado.
━Los saludamos pero tenemos que ir a clase ya ━. murmuró, sabiendo que la estaban escuchando.
Beaufoy se encogio de hombros.
━Si, tengo que rendir todos mis exámenes esta semana y la siguiente así me puedo graduar.
Damiana había faltado un mes al instituto. La habían internado en el hospital por su desnutrición y se había retrasado, para poder acabar a tiempo con su hermana le quedaba solo esas dos semanas. Aún seguía recuperando su energía y poder. Era un proceso lento.
