Capítulo 17: leves sentimientos

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— ¿Comenzaremos hoy? —el chico la ve

—Como te veo tan relajada creo que me uniré a ti—tomando asiento en una silla de playa que estaba al lado de la chica—No es fácil planear todo eso

—Creí que amabas tu trabajo—sonriéndole

—Y lo hago pero aun así es un dolor de cabeza

— ¿Cómo va tu salud? —lo ve recostarse y cerrar los ojos—Adam

—Odio cuando usas ese tono de voz—ella sonríe— evito beber, estoy comiendo y durmiendo como se debe—la ve—pero ¿Por qué la pregunta?

—Me preocupas un poco, eres mi empleado— lo ve—aunque creo no es simple preocupación por un empleado

—Me quitaste las palabras de la boca

—Aprendí a conocerte, sabía que lo dirías—él sonríe comenzaba de verdad a querer aquella chica— ¿tomamos un baño?

—Yo creí que estabas aquí por tus problemas y sobre tu relación con el que era tu novio pero por mi está bien, será nuestro secreto

—Siempre tienes una manera de molestarme

—Creí que ya me conocías no deberías sorprenderte

—Cuando creo que ya no puedes hacerlo más terminas haciéndolo

—Puedo decir lo mismo de ti cada más me sorprende cada una de tus facetas—se levanta, ella solo lo observa como comenzaba a quitarse la camisa junto a su pantalón quedando solo en una bermuda, podía notar una pequeña cicatriz en su brazo derecho ¿Cómo se la había hecho?

—Venias preparado—él sonríe, ella se levanta, si le preguntaba lo más probable es que no le respondiera—bien el ultimo tiene que trabajar esta tarde—comenzando a correr rumbo al mar

—Eso no es justo—corriendo tras de ella atrapándola cayendo ambos al agua por el movimiento—igual yo lo hago

—Pero yo hago los informes diarios y tú tienes la capacidad para hacerlo

—Me pareció algo injusto—liberándola algo incómodo por su cercanía no le agrada aquello ¿desde cuándo tanta familiaridad? Lo había hecho sin pensar

—La vida no lo es—observando como el chico tomaba una distancia prudente entre ambos ¿estaba mal haberse sentido bien en aquella posición? —Adam ¿has conversado con Rebeca?

— ¿De dónde salió la pregunta? —nota que la chica tenía la vista fija en el espacio que los separaba—no tengo porque llamarla al final no somos nada

—No me he atrevido a llamar a Miguel—lo ve—no me hace mucha falta estoy acostumbrada a su ausencia ¿es eso normal? —suspira ¿Por qué le preguntaba eso si el jamás se había enamorado?

—No lo es, cuando quieres a alguien quieres pasar cada minuto a su lado aunque sea quieres escuchar su voz, sientes mucha soledad cuando están lejos—el la ve algo extrañada—mira ¿es un meteorito? —la chica voltea pero al instante siente como cae al agua junto al hombre

—Adam—escucha el chico reír ante la incredulidad de la mujer

—No puedo creer que hayas volteado—ella frunce el ceño era muy cambiante

—Ya verás—comenzando lanzarle agua siendo respondida por el chico de la misma manera—basta me rindo—al sentir que no podía más—tu ganas

—Soy el mejor—comenzando a salir del agua—casi es hora de la cena siempre lo haces con Marcos y no quieres dejarlo plantado—ella solo podía observa la espalda ancha del chico alejarse

No había sido justo, ella había perdido, no podía perder ante aquel hombre tan arrogante, sonríe al ocurrirse una idea, era el momento perfecto para hacerlo

—Tienes razón se hace tarde—se levanta y sigilosamente se acerca al chico— ¡te tengo! —lanzándose sobre el cayendo ambos a la arena

—Vaya que madura Greys, ganaste ahora quítate de mi espalda

—Quiero disfrutar esto un momento—el suspira dando un rápido giro dejando a la chica bajo de ella dejándola sorprendida

—Quien se divierte ahora—la chica solo podía sentir sus nervios a flor de piel por la cercanía de sus rostros, el chico recién se da cuenta de ese hecho haciendo que su sonrisa se borrara

Vaya que tenía una buen vista del rostro de la chica y era toda una tentación aquellos labios ¿Cómo sería un beso de ella? Ya los había probado pero había recibido una gran recompensa por su atrevimiento, no quería que eso sucediera otra vez, quizás era solo el que lo deseaba

—Adam yo…—el chico sola la observaba pensado quien sabe qué pero ¿Por qué no lo hacía? ¡Ella quería que lo hiciera! No sabía porque pero lo deseaba, él era un hombre atrevido ¿Por qué solo la miraba? admitía que desde que había sentido los labios del chico sobre los suyo, sentía curiosidad por cómo era los besos impetuosos de el

Ella había tenido pocas parejas y como estaba rodeada de hombres con dinero, todos habían sido respetuosos con ella por miedo a su padre igual lo era Miguel, sentía que le faltaba pasión a sus besos siempre había sido tan suaves pero a su querido publicista seguro no le importaba eso, ella era una dama pero ¿era mucho pedir un verdadero beso? Su novio hasta cuando estaban juntos le faltaba pasión

Espera ¿desde cuándo ella pensaba de esa manera? Nunca lo hacía, quizás estar cerca de aquel hombre le afectaba pero era algo que no le importaba mucho ahora era una persona libre y quería explorar, saber que se sentía no estar bajo la sombra de su padre

—Greys ¿puedo decirte algo? —ella lo ve, se veía perfecto con la luz del atardecer tras de el

—Si…claro— ¿le pediría permiso o algo así? Aunque no era algo propio de el

—Quiero besarte pero…no me gustaría recibir mi recompensa de nuevo—se levanta dejando a la chica algo confundida—solo soy sincero—le ofrece su mano ella lo toma levantándose con su ayuda

— ¿de qué hablas? —el sonríe y comienza a alejarse

—Se te hará tarde Greys—ella se acerca a el

—Dime de que hablas—lo ve detenerse y verla

—No lo he olvidado y al parecer tu si pero no quiero recordar aquello, nos vemos—reanudando su caminata dejando a la chica algo pensativa

***
—Greys te veo algo pensativa—ella ve al hombre frente a ella, como siempre se veía muy bien— ¿sucedió algo?

—No mucho, estuve tomando el sol—sonríe— ¿Cómo estuvo el día en la oficina?

—Nada fuera de lo normal, ya te envié todo lo que necesitas revisar y todo lo que se hará a tu correo—se le acerca—pero no estás tan pensativa por una simple tarde tomando el sol ¿algo que pueda saber?

—No es nada pero me gustaría beber un poco ¿me acompañas?

—Me encantaría pero no estoy bebiendo

— ¿desde cuándo? —Él sonríe— ¿no me lo dirás?

—No, igual tú no me dirás que sucedió esta tarde

—Pero quiero beber y Adam  tampoco puede hacerlo ¿pretendes que lo haga sola? —el suspira haciéndole señas al mesero del pequeño restaurante para que se acercara— ¿Qué pretendes?

—Acompañarte—ve al mesero— ¿nos trae una botella de vino?

—Enseguida señor—ven al hombre alejarse

—Creí que no podías beber—lo ve sonreír un poco

—No puedo pero solo te acompañare, es extraño que quieras beber

—No te lo diré—ven al mesero colocar el vino y servir dos copas

—Lo sé—viendo el contenido de su copa

—Siento curiosidad el otro día lo hiciste—frunce el ceño al ser ignorada—bien entonces hagamos una cosa—el la ve que sonreía, ella algo inquieta toma de su copa que no había tocado

—Me sorprende tus cambios de ánimos Greys pero ¿Qué se te ocurrió?

—Como tú quieres saber que me sucedió y yo el motivo por el que no quieres beber, hagamos una pequeña apuesta

—Tienes mi atención—sonriendo, sonaba algo divertido, nota que la chica había llenado su copa porque ya se encontraba vacía

—Se me ocurre que el que coma más gana—el ríe ¿de dónde sacaba esas ideas?

—No quiero terminar con un dolor estomacal cuando tenemos trabajo mañana ¿no me dijiste que comenzaría la grabación del video? Y tenemos que estar presentes

—Tienes razón, no fue una buena idea—lo ve sonreír con algo de malicia lo cual era algo extraño en el— ¿en qué estás pensando?

—Vez que aún hay personas—ella asiente—hay varias solas, si logramos conseguir el número de alguno de ellos será el ganador

— ¿y si lo dos logramos el objetivo? —llenando su copa de vino nuevamente tomando otro sorbo de ella aquel vino sabia a gloria

—Continuaremos pero quiero aclarar las recompensas

—Nos contaremos lo que sucedió, está claro ¿no?

—No quiero saber lo que te sucedió tarde o temprano lo averiguare—se le acerca—sé que es imprudente pero ya no puedo evitarlo—la ve a los ojos—si gano quiero un beso de tus labios—ella se sorprende, creí que él estaba enamorada de aquella chica ¿acaso se había ido todo ese amor?

—Marcos, me sorprendes pero creí que…

—Si ganas te diré que sucede y el motivo porque no puedo beber, tienes todas de las de ganar a los hombres son más fácil de manipular y eres muy atractiva

—No creo que sea correcto hacerlo—susurra

—Si gano me darás mi recompensa e igual te lo diré claro está—ella lo ve no era justa para el pero ella deseaba saberlo

—Solo lo harás si yo gano ¿de acuerdo? —el sonríe

—Como quieras—ve a la chica tomar de un solo trago su cuarta copa

—Comenzare yo—levantándose y alejándose, el chico solo observaba a la mujer como hablaba con un hombre

Se sentía extrañamente celoso por la manera que la chica le sonreí hasta cómoda parecía con la conversación ¿Por qué había sugerido eso?

Enamorandome De Mi JefaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora