VI

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 Shuhua miraba el techo del lugar mientras Minnie dormía a su lado, había liberado tanta tristeza que luego de mucho tiempo cerró los ojos para poder dormir con la mente y cuerpo agotados. A pesar de sentir al igual que Minnie, no podía entender el dolor de sentir por primera vez, se consciente de todos los pensamientos y ella sabía que toda la vida de Minnie era una basura donde no podía ni morir y ahora debía de escapar de la propia muerte.

Shuhua esperaba que todas las veces que ella la acompañó en su soledad, que la intentó animar luego de múltiples veces que estuvo a punto de morir y todas esas veces que la ayudó a sobrevivir en el cruel mundo, fueran recordados y apreciados por la nueva Minnie.

Pero en ese momento Shuhua no estaba preocupada de su acompañante, si no de lo que ella estaba sintiendo.

Su espalda dolía como si le hubieran latigado toda su vida, sus alas ocultas ardían como si estuvieran en llamas y su mente era todo un caos. Sabía perfectamente lo que le estaba pasando a su cuerpo, era el mayor temor de todos los ángeles y aunque se pensaba que era solo un rumor de que eso podría pasar, ella estaba sufriendo por ello. Todos los ángeles sabían que si sus alas dolían, era porque la estaban perdiendo al igual que el derecho de ir al reino de los cielos.

Se colocó en posición fetal, dándole la espalda a Minnie y rogó desde su corazón a dios de que este insoportable sufrimiento parara de una vez. Quería llorar por el dolor pero más por la idea de que estaba traicionando a su creadora, la misión de Shuhua siempre fue ser la fiel acompañante de Miyeon donde le explicaría los sentimientos de los humanos pero ahora estaba dejando de ser ella por una simple mirada a Lucifer.

-eso debe de sentirse muy feo–escuchó la voz de Soojin y su cuerpo comenzó a temblar del miedo–Miyeon me va a odiar por esto–sintió su cálida mano acariciando su hombro, abrió los ojos para ver los ojos rojos de Satanás donde se podía visualizar cada alma pecadora sufriendo–la mejor forma para que este dolor se vaya es aceptando tu destino y unirte a mi reino–Shuhua negó mientras sus lagrimas salían.

-Aun puedo aguantarlo–gimió en un susurro, no quería despertar a Minnie–por favor, ándate de acá–

-yo no me iré a ningún lado–alzó levemente a voz–yo soy la única que entiende por lo que has pasado, recuerda que yo igual soy un angel caido–

-¿cómo quieres que confíe en la reina de la traición? eres un demonio, no sabes lo que estoy pasando–dijo con enojo en su mirada.

-has sido muy influenciada por los humanos–susurró–para ser un demonio debes de sentir ¿Por qué crees que castigamos a cada ser humano pecador? ¿Por qué crees que me traicionan mis propias creaciones cada día? porque ellos sienten y tienen su propia opinión–agarró el mentón de Shuhua para que viera mejor a la gente sufriendo en su interior–cada persona de acá está siendo castigado de la manera más justa posible ¿realmente crees que yo soy la mala? ¿no te has puesto a pensar de porque he traicionado a Miyeon? si todas sus creaciones siguen sin dudar sus órdenes al no tener sentimiento ni opinión–miró con dolor la capa de sudor de Shuhua y el miedo que tenía por ella–Yo fui creada al mismo tiempo que Miyeon, de hecho, alguna vez fuimos el mismo ser pero lo que nos separó es que yo sentía y no soportar lo injusto que se estaba volviendo el mundo–

-estas mintiendo, todos los demonios mienten–

-Hablemos de los diez mandamientos de Miyeon–alzó la voz y se separó de Shuhua, no le interesaba la presencia de Minnie–solo hablan de admirar a dios, no convertirse en salvajes y ser inocentes, mis once mandamientos hablan de respeto y supervivencia ¿Cuál crees que es más humano?--Soojin rió al ver a Shuhua sin saber que decir–no te estoy diciendo que Miyeon, tu creadora y líder, es la mala de la historia y estuviste mal durante todo este tiempo, su método funciona, ella felicita a los buenos, solo te estoy diciendo que yo no soy la mala ni la cruel, yo solo castigo a los malos–por unos segundo, su cuerpo real, en el infierno, abrió sus ojos y miró todo el lugar lleno de gente sufriendo–no voy a mentir, a mi también me costo darme cuenta que no soy la mala–susurró.

-si fueras una de las buenas, no me harías esto–

-cariño, el amor es algo que ni dios puede controlar, la hija de Miyeon puede hacer que se unan y mi hija puede darle lujuria pero eso son solo son pequeños empujones–se acercó nuevamente y acarició su mejilla con delicadeza–va a ser muy doloroso enamorarte de mi ya que va en contra de todos tus principios pero te prometo nunca dejarte sola en esto–

-si te llego a necesitar, diré tu nombre tres veces–dijo con frialdad y Soojin sonrió.

-y no dudes en hacerlo ¿okay?--Shuhua afirmó y Soojin desapareció.

El dolor hizo que Shuhua se mantuviera despierta toda la noche, se dedicó a pensar y abrazar a Minnie, no tenía otro lugar donde ir. Pensó en muchas cosas que le hacían creer más a Soojin pero pensaba que eso podría estar relacionado por los encantos del demonio, necesitaba una tercera opinión ante el tema pero no sabia a quien pedírsela ¿Miyeon? siempre le decía que era su ángel favorita y no tenía el valor de romper esa ilusión ¿Minnie? ella ya estaba sufriendo su propio infierno y no quería darle más problemas ¿Yuqi? ella ya estaba en el infierno, seguramente haciendo lo posible para escapar para poder comer o estaba molestando a otros demonios.

Sintió como Minnie se comenzaba a mover y miró la hora del techo, ya eran las nueve de la mañana. Se giró y sintió cómo la abrazaba por unos largos segundos, al separarse la miró a los ojos, rojos por tanto llorar y con la amenaza de querer seguir llorando, le rompía el alma ver a su amiga en ese estado.

-¿Todo lo que dijo Soojin es verdad?--susurró con la voz levemente ronca por estar aun media dormida.

-¿de qué hablas?--

-he visto a Soojin en mis sueños, junto a Tzuyu, la hija de Hyunjin, me a dicho que has perdidos tus alas y me a pedido de que te cuidara–

-esa traicionera–Minnie rió por la reacción.

-esta hablando de Lucifer, la que a hecho la peor traición de todas–acarició su mejilla, al sentir que estaba ardiendo pudo comprobar de que estaba sufriendo–a pesar de que Soojin es toda una hija de puta, es buena y no sé porque has caído pero si ella te quiere ayudar es porque de verdad la preocupas–

-no sé si creerle–suspiró–toda mi vida me han enseñado que Soojin es la mala–

-Eso es lo que dicen los humanos y sabes que en la mayoria del tiempo están equivocados–Shuhua hizo un puchero–conozco a Soojin y ella se ha preocupado más por mi salud que Miyeon, ella fue quien propuso darme trabajos mientras buscábamos cómo ganarme un puesto en el cielo, ella fue quien propuso darme los poderes y ella fue la que me acompañó cada vez que estaba sola–Shuhua estaba ordenando sus ideas–haz que te ayude pero antes de todo, explícale la situación a Miyeon–

-Eres tan diferentes con sentimientos–dijo con una sonrisa.

-me siento muy diferente–







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