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Los gritos de dolor de Shuhua eran tan desgarradores que Miyeon tuvo que encerrar el departamento en una burbuja mágica en donde ningún sonido o humano podría traspasar la barrera, aunque aun así los humanos cercanos aun podía escuchar aquel sufrimiento, pero no tan fuerte ni doloroso como realmente era.

- ¡Ah! ¡Para! —rogaba entre gritos mientras abrazaba a Minnie con todas sus fuerzas--¡Ya para! —su voz se quebraba.

La mano de Soojin que sujetaba el cuchillo mas afilado de la cocina de Minnie, temblaba mientras cortaba la unión de las alas al cuerpo de Shuhua. Era la única del lugar que sabia cuanto le dolía a la menor que a pesar de no sangrar gritaba por el dolor, recordaba como si fuera ayer cuando al caer al infierno, completamente vacío y recién creado, agarró con sus manos sus ya podridas alas y con todas sus fuerzas hizo lo posible para quitárselas. Al igual que la menor, sus alas estaba muy podridas para seguir junto a ella, le dolía y le molestaba tenerlas por lo que, para dejar de sufrir, debía de sentir un dolor indeseable por unas horas.

Lo mas complicado de cortarlo, no era el hueso que unía ambas partes o el hecho que el mismo cuerpo se iba regenerando con rapidez, si no que era lo que esta acción que esto llevaba, Shuhua deseaba que no se las quitara, rogaba por ello porque realmente le dolía en su alma el dejar de ser un ángel. Claro que esto no era no consensuado, ella misma había aceptado que Soojin se las quitara luego de una larga conversación donde le informaron como seria su nueva forma de vivir como un ángel caído, pero para nadie le era fácil renunciar de esa forma a lo que fue creado.

Cuando la primera ala cayó, el sonido del choque contra el suelo provocó un silencio entre las presentes donde Shuhua se dio cuenta que ya no había vuelta a atrás. Soojin se alejó para darle su tiempo y para que la herida se pudiera cerrar, cruzó miradas con Minnie que limpiaba las lagrimas de Shuhua y acariciaba su cara en signo de apoyo, ambas se transmitieron tristeza en ver a Shuhua de tal forma. Al ver a Miyeon, sintió algo de ira por verla tan fria ante la situación.

-sigue-ordenó Shuhua en un murmullo y Soojin cumplió--¡Ahg! —gritó.

Miyeon miraba todo aquello con una cara neutra, sentada en el sofá de la sala de estar con el contrato de Soojin entre sus manos que relataba las nuevas condiciones de Shuhua, pero los gritos de agonía la desconcentraban. Miró a Minnie, seria, pero con los ojos lloroso, sabia que el silencio de ella era lo mejor que podría hacer, tampoco tenia algo que decir.

"¿Por qué perdió las alas por amar?" Era la pregunta que todas tenían desde que todo inicio, pero era el principal tema de los pensamientos de Miyeon, no tenía sentido.

Entre las reglas que puso dios para entrar al cielo no había nada que le prohibía a los ángeles a amar, era un tema que ni siquiera se hablaba por que era la primera vez que pasaba, el tema de la homosexualidad tampoco era un tema, solo era algo malo para algunos humanos que usan la religión como argumento y de todas formas, a pesar de que ambas tenían una figura femenina y comportamiento de estas, ninguna era un hombre o una mujer, solo eran seres

"¿será porque es Lucifer?"

Era la respuesta que más tenía sentido, pero de todas formas no la tenía. Sentía que le faltaba una pieza para unir todo para así entender lo que estaba sucediendo, en realidad sentía que le faltaban muchas piezas para entender todas las cosas que estaban pasando. Desde que Hyunjin a creado desconfianza que todo se iba de sus manos para ella y Soojin, se sentía alejada de todo y que todo estaba fuera de su control, hasta Minnie le era un gran tema en su mente.

Aquel ángel cada vez era un misterio mas grande que quebraba cada ley de lo que podría pasar con un ángel, y aunque técnicamente ya no lo es, le seguía creando duda tras duda ¿Cómo un ángel puede dejar de ser un ángel sin convertirse en un ángel caído? ¿Cómo es que un ser superior a un humano podía convertirse en un humano? ¿Cómo es que ella ha tomado la decisión de suicidarse? Tenia cientos de preguntas cada vez que la miraba.

Minnie se separó de Shuhua cuando la segunda ala cayó, todo el griterío terminó, pero no el sufrimiento. Le entregó un vaso con agua para que se le fuese mas fácil recuperarse y le susurró un par de cosas en un intento de animarla. Realmente parece una humana.

Volvió a mirar el contrato de Soojin que estaba escrito a mano, pero su mente seguía a donde Minnie. Sus manos se habían recuperado al igual que los poderes de Soojin y Miyeon pero todo estaba muy silencioso con ella. Hablaba de la situación de Shuhua, dando su opinión y defendiéndola cuando podía, pero no había rastro de lo que pasaba con ella y sus emociones. Todo aquello le preocupaba a Miyeon pero de todas formas no hacia nada, ella tampoco demostraba sus sentimientos.

Firmó el papel escrito por Satanás al lograr leerlo una vez, no había nada que le molestara. Hablaba de los derechos de Shuhua de poder ser libre, feliz y sana, le prohibía crear otro ángel que hiciera sus deberes, Shuhua quería seguir siendo el ángel de los animales por lo que seguiría haciendo ese papel ante aquellos que rogaran su ayuda. También hablaba de sus nuevos poderes, de que animal del infierno podría invocar o controlar y al final solicitaba que nunca fuera tratada como un ángel caído.

Soojin tenía una razón importante para cada punto, sabía que Shuhua tardaría en aceptar el cambio por lo que deseaba que todo iniciara bien, sin ataduras a nada, que sintiera por primera vez la libertad sin dejar de ser quien era. También cada animal que le otorgo eran adecuado para su compañía, Cancerbero, un perro fiel como cualquier otro que era bueno para defenderla y amarla, Catoblepas, una vaca y cerdo que, a pesar de ser letal, era un ser cariñoso que siempre estaba disponible para recibir mimos. Los Grifos también estaban a su disposición, seres hermosos y elegantes por la mezcla de un agila y un león, fáciles de tratar por ser tranquilos y buenos cuidadores de lo que aman.

Con esos seres a su disposición, Shuhua estaba lo suficientemente segura para que Soojin no se preocupara constantemente de su estado. Si Shuhua llegase a desear a otra criatura, debería de pedírselo personalmente a ella ya que no todos eran tan dóciles como los mencionados, un ejemplo era el Kraken que solo podía se invocado en caso de emergencia.

Cuando Miyeon terminó de firmar al lado de la firma de Shuhua, la pluma se prendió en un fuego inofensivo al igual que el papel. Miyeon hizo un gesto de desagrado, Soojin y Hyunjin siempre fueron muy exagerados con sus cosas, les fascinaba provocar miedo con pequeñas cosas a los humanos.

—ahora solo queda esperar a Yuqi y a la chica—dijo Minnie mientras se sentaba con cansancio al lado de Miyeon—necesitamos saber que tan jodido estamos para prepararnos—

—independiente de lo que La muerte planee, debemos de prepararnos para todo—dijo Soojin mientras miraba a la gente por la ventana—solo por no estar completamente concentrados en nuestro principal trabajo ya se está creando caos entre los humanos, el caballo de la muerte ya a salido y eso solo una advertencia de que Hyunjin ya está listo para todo—

—si nosotras liberamos nuestros caballos, se inicia oficialmente nuestra pelea—agregó Miyeon, provocando que el ambiente fuera más tenso—pero no podemos empezar sin los cuatro jinetes por lo que debemos de esperar que destino libere a su caballo—

—destino debe de tenerlo listo para soltarlo, total ella es quien ha escrito todo eso ¿no?—preguntó Minnie.

—destino es quien aprueba o no nuestras peleas, suele demorarse ya que debe de ver que esta pelea no afecte al final ya escrito—las palabras de Miyeon hicieron que Shuhua y Minnie tuvieran un escalofrío del miedo.

—¿el final de todo ya está escrito? —preguntó Shuhua.

—el final es lo primero que se escribe, cariño—respondió Soojin.


pensé que este fic iba a ser mucho mas largo pero parece que no mas le quedan unos 3 o 5 capítulos ;-;

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