XII

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-todo esto es culpa de dios--se quejó Soojin al aparecer al frente de una pequeña cabaña en un volcán--no crio bien a Hyunjin y nos abandona--miró a Miyeon y se quedó callada al verla llorar. 

-¿y si esto es lo que dios quería?--miró a Soojin e hizo un puchero-me creo sin sentimientos para cuidar a los humanos pero los terminé desarrollando dos veces, Hyunjin es un ser con problemas mentales humanas, destino es débil y tu ni siquiera debiste de haber nacido--se limpió sus lagrimas y miró la puerta de la cabaña--y por nuestra culpa los humanos son un caos, se a rendido de nosotros y por eso nos a abandonado--

-yo ya encontraba raro de que hayas llorado ante la muerte de Minnie--acarició su espalda--y de que la protejas tanto a comparación a los otros ángeles--golpeo dos veces la puerta. 

-¿eso es lo único que dirás?--

-es lo único que puede decir--dijo una tercera voz, femenina y suave. Era una mujer hermosa que vestía tan solo un pijama gastado y unos lentes para leer--pasen, solo no pisen las hojas--

-me gusta tu forma humana, Chaeyoung--comentó Soojin que entró al lugar pisando las hojas sin importarle.

-tu hogar es un caos--susurró Miyeon.

-estaba buscando algo, no suele estar así--se agachó para recoger todo lo que podía--¿me ayudan? la pelea será acá y cada papel es importante--se levantó y Soojin rió leve al verle los lentes chuecos.

-eres un desastre--dijo para luego desordenarle el cabello.

-¿la pelea si se hará?--preguntó Miyeon con miedo. 

-claro que si, es algo que no importa lo que haga no se puede evitar--miró a su al rededor y suspiró al notar que era un caos con todos los milagros y desgracias de cada ser viviente de todos los tiempos, estuvieran en el piso--es el gran día que tanto estaba esperando--se volvió a agachar. 

-ósea esto estaba planeado--dijo Miyeon que se dedicó a ayudar a su hermana mayor--¿terminará bien?--

-no spoilers--susurró--si lo digo todo se arruinará--

-tardáremos mucho tiempo en ordenar esto--se quejó Soojin que tan solo miraba.

-terminaremos justo cuando el resto llegue, de hecho, tenemos que liberar ya nuestros jinetes--se sentó en el suelo y cerró los ojos. 

-me da miedo su actitud--susurró Soojin que también se sentó al igual que Miyeon--no se si esta tranquila porque terminará bien o porque esta feliz que moriremos--

-solo esperemos que será la primera opción--dijo para luego cerrar los ojos. 

Todas las otras presencias de Satanás y El Ángel desparecieron, necesitaban concentrarse en un solo cuerpo para liberar a sus caballos. El primero fue el caballo negro de Soojin que representaba el hambre, lo cabalgaba un hombre flaco hasta los huesos y salió del infierno con rapidez para encontrarse con el caballo amarillo de Hyunjin que era montado por el mismo. El segundo fue el caballo rojo de Chaeyoung, representaba la guerra al ser montado por un soldado con los ojos bien abiertos. 

-son unos idiotas--rió Hyunjin al ver el ultimo caballo que era blanco que representaba la conquista o para los humanos, la esperanza por el ser que lo montaba--te miro y me dan ganas de matarte de nuevo--

-ya me mataste dos veces, ya deja de hacerlo, es doloroso--dijo el chico con una corona de espinas y con las manos sangrando--no ganaras--dijo al sacar un arco dorado. 

-cálmate, Jesus, si eres jinete no peleas, solo andas por el mundo avisándole que todo va a acabar--le quitó el arco. 

Andando con lentitud por las calles la gente se quedaba paralizados al verlos porque los reconocían con rapidez por los escritos de la biblia que los describían y por que era imposible ver a un humano vivo y tranquilos en las condiciones que estaban. 

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