VIII

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Nuevamente se encontraba Soojin y Miyeon en la misma cafetería de siempre, un lugar tan comun que a ambas le agradaba estar ahí con los humanos, era casi como si fueran uno de ellos pero siendo mucho mejor que ellos. Llamando la atención la angelical lindura de Miyeon y por la demoniaca sensualidad de Soojin, aquel contraste hacia que sus encantos resaltaran.

Satanás con pantalón de cuero para presumir su trasero junto con un top rojo para mostrar de envidiable abdomen y deseado pecho, su maquillaje hacia que sus ojos sean mas profundos y combinaba con cada tono de color que estos solían cambiar por sus sentimientos. Tomaba un café cargado, manchando levemente la taza con su labial rojo.

El angel preferido de dios, o eso era lo que los humanos pensaban, vestía con un vestido blanco crema algo corto pero no tanto como para dejar de transmitir inocencia pero si lo suficiente para que sus piernas se pudieran ver bien, ni siquiera llevaba algo en los pies, casi nunca llevaba algo ahí. A Miyeon nunca le agradaron los zapatos.  Bebía un té verde con un pequeño exceso de azúcar

También había un tercer personaje, alejada de todo pero escuchando con claridad. Soyeon miraba su vaso de agua con las manos casi temblando, vestía lo mismo que usó cuando conoció a la muerte, una camiseta gris gastada y un short negro que llegaban hasta debajo de las rodillas, sus vans robados estaban rotos y manchado con un poco de su propia sangre. No sabia que esperar de esas dos chicas, ni siquiera sabia de que eran capaz de hacer o hacerle pero vio a la chica con el cabello negro con mirada amenazadora ayudando sin siquiera dudarlo a la chica que la muerte atacó.

¿Qué podrían ser cercanos a Hyunjin? ¿Quién es el enemigo de la muerte? Soyeon pensaba que una de esas chicas podria ser la vida o algo parecido a la madre naturaleza y la otra podria ser el destino, había escuchado a Hyunjin un par de veces quejándose del destino como si fuese una persona, que no lo escuchaba y que pareciera que lo odiara ¿pero quien es quien?

¿y como podria pedir ayuda?

—Shuhua no quiere soltar sus alas—decía Miyeon mientras revolvía su té.

—tiene que hacerlo si quiere que le algunos dones—Soojin miraba a la gente que la miraba, buscando alguna presa para la noche—si se los pasó con sus alas, no hará mas que empeorar las cosas—

—¿Qué tienes planeado darle?—Soojin sonrió y la miró con emocion pero seguía manteniendo su elegancia.

—ella puede hablar con los animales ¿no? ¿es ella la nueva representación del angel Ariel?—Miyeon afirmó mientras bebía de su té y los ojos de Soojin brillaron de la emocion—tengo un millón de ideas ¿Qué opinas de controlar animales muertos?—

—eso es algo cruel—

—crear animales de fuego—

—eso es mucho caos, tu te demoraste millones de años de controlar tu fuego—

—solo un par de siglos—murmulló y de nuevo miró a la gente en busca de una idea, cruzando por unos segundos las miradas con Soyeon—controlar animales—la idea la distrajo. 

—¿para pelear? No creo que eso le agrade—

—invocar animales—alzó la voz—le daré el poder de invocar demonios con formas de animales—al notar el silencio de Miyeon, entendió que la estaba aprobando—podria usar a can cerbero para pelear, esta bien aburrido abajo, y los millones de animales que le he robado a los humanos, no puede sufrir si uno termina muerto en batalla, esa cosas son inmortales—

—tienes que dejar de hacer seres inmortales—Soojin rio por el reto y negó con la cabeza mientras se terminaba su café.

—les agarro mucho cariño, solo pueden dejar de existir si me traicionan o hacen mal su trabajo—se recostó en el asiento—no seria capas de remplazarlos cada cierto tiempo como tu lo haces, tampoco quiero que lo hagas con Shuhua, ahora ella nos pertenece a ambas—sus ojos cambiaron a rojo por el odio pero sus expresiones no lo demostraban, seguía hablando con un tono amable. 

—ni siquiera la conoces, solo porque se haya enamorado de ti  no significa que te pertenece—

—pero es alguien que siente y no he conocido a nadie que sienta que quiera ser asesinado solo para ser remplazado—sus ojos cambiaron bruscamente a dorado al notar que Soyeon no dejaba de mirarlas, Miyeon se giró y miró a la chica—ha escuchado todo—susurró

Soyeon se paralizó al ver que Soojin se levantaba, no sabia si era para atacarla y torturarla como Hyunjin o algo peor. La imagen que Soojin transmitía era de alguien mas cruel que la muerte y Soyeon solo se imaginaba una cosa peor que la muerte, el diablo. Su sangre se heló al ver que sus ojos cambiaban a negro. Miyeon se mantuvo en su asiento pero miraba todo por si necesitaba detener a Soojin, la otra chica era solo una simple humana para sus ojos.

Soyeon no sabia como reaccionar, la precencia de Soojin la hacia temblar del miedo al igual que el hecho que si intentara comunicarse con ella, Hyunjin vendría a llevársela al infierno o algo peor que eso. Pero de todas formas mantenía el contacto visual con Lucifer e hizo un leve gesto para que no se acercara.

"¿Quien eres y que necesitas?" La voz femenina en su mente asustó a Soyeon.

"Solo pido algo de ayuda, por favor deja de verme, me están vigilando" no sabia si pensar esas palabras llegarían a la mente de la chica, al notar que Soojin siguió su camino a por unas servilletas, le hizo entender que lo había hecho bien.

"¿Quien te vigila?" Escuchó mientras Soojin volvía a su mesa.

"La muerte me persigue y me tortura, no se a quien pedirle ayuda pero creo que ustedes pueden" los ojos de Soojin se volvieron morados, tenia una mezcla de ira y tristeza "¿tu eres lo que la muerte llama destino?"

"Destino es nuestro hermano mayor, su forma humana nunca a sido vista por humanos, yo soy lo que la gente llama Satanás, Diablo, Lucifer y Hades" Soyeon sintió que toda su esperanza de ser salvada se esfumaba, que estaba en un lio peor "la chica que me acompaña es el famoso angel Gabriel, por lo que su precencia te asegura que yo estoy con los buenos esta vez"

"¿eso quiere decir que me puedes ayudar?" temía de que el diablo pudiera leer sus otros pensamientos que solo era de miedo ante la otra. 

"No se puede escapar de la muerte pero si puedo sacarte del infierno"

"¿Sacarme del infierno?" Miró como Miyeon se levantó al mismo tiempo que Soojin desapareció. Al ver a la chica inocente sonreírle, le hizo temerle por la situación.

—Solo debes de buscar a Song Yuqi—dijo Miyeon al sentarse a su lado—ella es la única humana que sabe salir del infierno sin ser un demonio—Soyeon giró su cabeza con confusión—has como si tu nunca has visto a Satanás y ella no puede ayudarte en el infierno, su verdadero sigue siendo castigado por traición y por todas las cosas que hace para castigar. Yuqi es facil de encontrar, todos los demonios la conocen, al salir, pídele a que te lleve a donde Minnie y ahí nos contaras todo ¿okay?—Soyeon negó con miedo y desesperación, queria gritarle que no queria ir al infierno y que tenia que contarle el plan de Hyunjin antes que todo comenzara pero antes de pensar en una forma de contarle todo eso, Miyeon agarró su cuello para devolverle las cuerdas vocales y sintió a la muerte a su lado.

Los ojos de Hyunjin lloraban de la rabia, su mandíbula tensa y respiracion pesada, le hizo entender a Soyeon lo que venia. Sacó una pistola del siglo pasado y sin importarle toda la gente que miraba y gritaba le apuntó a la cabeza.

—¡Hyunjin, no lo hagas!—gritó Miyeon al mismo tiempo que disparó—¿Quién era ella y porque no podía hablar? Sabes que no puedes jugar con humanos—

—solo es alguien que intentó escapar de la muerte, su hora había llegado hace mucho, gracias por ayudarme a encontrarla, ahora la llevaré al infierno por suicidio y traición—le agarró la mano al cuerpo de Soyeon y para sacar su alma—vamos, te llevaré a donde perteneces—de dijo al espíritu de la humana que no era consiente de lo que pasaba, parecía un sonámbulo.

—¿suicidio?—preguntó Miyeon mientras miraba como ambos desaparecían a lo lejos.

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