Prologo

568 66 3
                                    

--esto es malo—susurró una chica con un hermoso vestido celeste que se encontraba bebiendo una taza de té. Un extraño dolor en su pecho le advertía que algo no iba bien—esto es muy malo—murmulló al aparecer rápidamente en una carretera alejada de toda ciudad.

Un cuerpo inmóvil de una chica de tan solo catorce años se encontraba tirado al costado de la carretera, nadie ni nada se encontraba a su alrededor, era como si hubiera parecido de la nada. La chica de celeste se acercó en lentos pasos como si tuviera miedo de algo que ya sabía, se agachó y colocó sus dos dedos en el cuello de la otra chica para comprobar de que ya se encontraba sin vida. Peinó levemente el cabello de la desconocida y miró con tristeza la hermosa cara que reconoció rápidamente.

Ella misma la había creado, se acordaba que se inspiró en una pintura del siglo pasado para su personalidad. Siempre le a gustado esa pintura por lo que estaba ansiosa de conocer a esa chica cuando tuviera ya los dieciocho años para así mostrarles las maravillas del mundo.

Tocó la espalda de la chica del suelo y salieron un par de alas de plumas negras levemente rotas, no supo cómo reaccionar ya que era la primera vez que veía una que no fuera blancas como las de ella o como de murciélago como la de su "hermana". Acarició su hombro por unos minutos, dolida por la muerte de un ángel.

Una lágrima salió al ver una figura a lo lejos que reconoció sin demora, aquella figura caminaba con lentitud hacia el cuerpo, vestido de un traje negro típico de él y con unas cadenas negras rodeando su cuerpo, se extrañó al ver a la chica llorando y mas al ver el cuerpo con las alas negras.

-¿A dónde la llevarás, Hyunjin?—preguntó la chica que tenia apoyada la cabeza del ángel en su regazo.

-es un suicidio—respondió el chico mientras se sacaba sus cadenas, triste de ver a la chica llorar.

El dolor que sentía la chica era el primero que sentía en todos sus años de inmortalidad, era la primera vez que un angel se suicidaba y le ardía el pecho al saber que no era la culpa de nadie mas que ella, por no poder mantener la tierra donde vivían como debería.

El chico con sus cadenas en sus manos, listo para hacer su trabajo, observó como la chica soltaba leves gemidos de dolor, manchando la cara del angel con sus brillantes lágrimas. No sabia que hacer mas que observar.

Un tercer ser se unió a la escena, apareció al lado del chico y sonrió al ver el sufrimiento de la chica. Parecía ser una chica, vestida con un provocador traje negro, pero sin usar una camisa debajo del chaleco negro. Estaba feliz de ver a la chica de celeste sufriendo de la única forma que esta podía sentir dolor, pero no lo disfrutaba tanto como pensaba que lo haría.

-cuando me perdiste a mí, no lloraste así—dijo con frialdad—eso es cruel de tu parte, Miyeon—

-silencio, Soojin—susurró el chico y la mencionada suspiró.

Se acercó al cuerpo con lentitud y tranquilidad, se sentó al lado de su hermana para acariciar su espalda. Una parte de ella entendía el dolor de su eterna enemiga, la muerte de aquel ángel significaba muchas cosas para la de celeste, era como perder una hija, una hermana, una amante y una amiga cercana pero también era muestra de que ella iba ganando la pelea eterna entre las dos.

-la cuidaré bien en el infierno—soltó

-un angel no puede ir al infierno—respondió rápidamente--¿sabes que le harán los demonios allá? —alzo la voz, rompiéndose.

Al quedar nuevamente en silencio, la chica de negro miró al chico, parecían hablar con la mirada, teniendo una discusión sobre que debían de hacer para que su hermana se calmara y aunque solo tenían una respuesta en mente, no estaban seguros de hacerla. Seria la segunda vez que revivían a alguien, no lo hacían porque los tres debían de estar de acuerdo y es casi imposible que la muerte, un ángel y un demonio le desearan la vida a alguien.

Al ser "hermanos" no se llevaban para nada bien, pero en momentos como este, solo deseaban que dejaran de sufrir.

-Puedes hacerlo—dijo el chico

Like a GodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora