XI

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Soyeon miraba la ciudad con extrañeza, para ella pasó tantos años en el infierno junto a Yuqi que no comprendía como es que todo estaba igual. Su acompañante agarró su mano y le sonrió para animarla.

—entre mas conoces lo que hay mas allá del mundo, mas deja de tener sentido las cosas—sin soltarle la mano comenzó a guiarla al donde Minnie.

—¿Cómo fue la primera vez que saliste del infierno?—preguntó Soyeon—¿Cómo te sentiste?—

—muy diferente a ti ya que yo demoré talvez cien años en salir, sufriendo cada piso como si fuese mi castigo—Soyeon solo la miraba a ella que hablaba como si fuese solo un simple recuerdo—cuando llegué a la tierra no sabia si realmente era la tierra ya que había guerras por todos lados, el imperio chino estaba cayendo al frente de mis ojos por lo que solo seguí caminando entre toda la gente sufriendo pero me di cuenta que era la tierra cuando, entre medio de todo el caos, alguien nació y provocó felicidad por un día a todo una aldea—sonrió con nostalgia—debo de admitir que me dolió darme cuenta que esto era la tierra, me esforcé tanto tiempo en salir del infierno para al final darme cuenta que la tierra no es tan distinto—

—¿Qué es lo que te hace volver a la tierra?—

—la existencia de Miyeon—confesó—su existencia que pasa por apercibido hace feliz a tanta gente que le da gracia a otro ser hace disfrutar estar acá, allá en el infierno a nadie le brilla los ojos de felicidad al pensar que dios le a ayudado, todos ahí tiene los ojos perdidos en la perdición—Soyeon afirmó con la cabeza, tenia sentido lo que decía—con el tiempo fui desarrollando poderes para sobrevivir y no voy a mentir, los utilicé alguna vez para que me alabaran como a un dios—

—eres alguien muerto que parece disfrutar mucho la vida—dijo entre risas, Soyeon.

—es lo único que queda hacer cuando eres casi inmortal ¿No? Beber, ayudar, reír y crear buenos recuerdos—se detuvo y miró a Soyeon—cuando todo esto termine y no tengamos responsabilidades, te invito a conocer lo mejor de la tierra, las vistas de la naturaleza, los tipos de felicidad humana y como es que estos van creciendo como persona—su sonrisa hacia sonrojar a la Soyeon—no sabes lo feliz que estoy de por fin tener a alguien como yo, también a la próxima vez te mostraré mejor el infierno—

—no creo que eso sea posible, luego de esto no estamos seguros si el infierno seguirá existiendo—miró a otro lado, la energía positiva de Yuqi la intimidaba.

—pero si sigue existiendo, prométeme que siempre me acompañaras a escapar del infierno para que tu cerebro lleno de malos recuerdos cambie a uno lleno de buenos recuerdo ¿okay?—le mostró el meñique de su mano derecha.

—okay—entrelazó su meñique con el de ella—te acompañaré a disfrutar la inmortalidad—Yuqi chilló de la emoción y siguió caminando con su sonrisa y mejillas sonrojadas, hace mucho tiempo que no se sentía tan feliz y tan acompañada al igual que Soyeon.

Estaban tan en su mundo, caminando con rapidez con las manos juntas que ni siquiera se dieron cuenta cuando llegaron. Yuqi quiso reír al notar que la puerta de Minnie estaba al frente suyo y al detenerse, Soyeon chocó con ello, provocando una divertida mirada entre ellas que cuando ambas quisieron reír, Soojin abrió la puerta.

—llegan tarde—ambas se quedaron quietas ante la mirada de Satanás.

Soojin le dejó un espacio a las chicas para que entraran al lugar y sonrió levemente. La mirada de miedo y falta de esperanza de Soyeon había cambiado completamente que eso le agradaba. Soojin no conocía mucho a Yuqi, solo era un problema en su reino que hacia que los demonios se la pasaran quejándose de ella por hacer caos, por lo que muchas veces pensó en congelarla pero al ver que ayudó a Soyeon sin que alguien superior le obligara, le hizo pensar que también era una buena persona.

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