Capitulo 42

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Alex

Acostarme con Egli había sido la experiencia más alucinante de mi vida.Aún ni siquiera podía creerme que hubiese ocurrido,todavía seguía creyendo que todo era un sueño.Llevaba pensando en esto desde que la había visto por primera vez con un vestido ajustado y me había dado cuenta de lo hermosa que era,pero ¿qué me dejara hacerle el amor...? aún estaba en el cielo.Sentirla bajo mi cuerpo y poder acariciarla a mi antojo me había proporcionado más placer que en todos mis años de relaciones con mujeres y ahora ella era mía,mía para siempre por qué no pensaba dejarla escapar.

Con todo lo que había ocurrido y con todo lo que me había enterado no sabía ni de qué forma habíamos llegado hasta ese punto pero por fin había podido derribar ese muro que nos había separado desde el principio.Egli había tenido una infancia horrible,tan sumamente traumática que aún así después de diez años seguía trayéndole consecuencias e inconvenientes en su vida cotidiana y yo apenas podía contener las ganas de ir en busca del cabrón del amigo de su padre y matarlo por lo que le había hecho.También estaba bastante cabreado con su madre.¿Qué clase de idiota deja a su hija de siete años con un maltratador? No quería que Egli lo supiese pero culpaba a Erika tanto como a su padre y no esperaba el momento de poder dejárselo claro.Aun así y después de todo lo que me había confiado yo seguía teniendo el presentimiento de que me ocultaba algo.No sabía muy bien que podía ser pero aún había un atisbo de preocupación en sus ojos y yo quería averiguar qué es lo que era.

Ahora mismo la tenía dormida entre mis brazos.Mi mente regresó a lo que habíamos estado haciendo y casi la despierto para poder empezar donde acabamos.Había una pequeña lucecita encendida y con el reflejo de la luz pude admirar lo hermosa que era.Era increíblemente guapa,tanto que te dejaba sin aliento.Y qué decir de su cuerpo...haber podido tocarla y darle placer habían sido dos de la cosas más provechosas que había hecho en toda mi vida....y cómo había disfrutado.

Entonces escuché como mi teléfono móvil empezaba a vibrar.No quería que Egli se despertara por lo que lo quité de la mesilla y dejé que vibrase en silencio.Fuera quien fuese podía esperar...

La abracé con fuerza atrayéndola contra mi costado y ella abrió los ojos un poco adormecida.

-Hola-dijo en ese tono tan agradable que había empezado a usar conmigo hacía un día exactamente.

-¿Te he dicho ya lo increíblemente guapa que eres?-le dije colocándome encima y disfrutando de que ya estuviese levantada.Había ansiado besarla desde hacía ya por lo menos una hora.

Me devolvió el beso solo como ella sabía hacer y me abrazó presionándome los hombros.

-¿Te encuentras bien?-le pregunté dudoso,la verdad es que había tenido todo el cuidado del mundo,nunca había tenido tanto miedo de poder hacerle daño a una persona,pero después de lo que había escuchado del pasado de Egli,no quería ni que sufriera ni un maldito razguño.

-Tengo hambre-dijo riéndose bajo mis labios.

La observé detenidamente,sus mejillas estaban teñidas de un color rosado,casi fébril,aunque era normal teniendo en cuenta que no la había soltado en toda la noche mientras dormía plácidamente junto a mí.

-Yo también-le contesté pasando a besarle la mejilla y la garganta en ese punto que sabía que la volvía loca.

Soltó una carcajada y me cogió del pelo con suavidad para que la mirase.

-Hambre de comida-dijo sonriéndome.

¿Por qué una sonrisa suya podía volverme completamente loco?

-Esta bien,vamos a comer-le dije tirando de ella hacia la ducha.

El y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora