Capitulo 49

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Egli

Me dolía todo el cuerpo al haber estado tendida de la misma manera desde que había llegado hacia ya no sé cuantas horas.Me había dormido a ratos pero los nervios no me dejaban perder la conciencia por más de unos cuantos minutos.No sabía que es lo que iba a ocurrir pero necesitaba urgentemente salir de allí.Me estaba agotando el ruido incesante de esa música de discoteca que se escuchaba de fondo y ni qué decir de aquella habitación claustrofóbica con apenas luz en su interior.Cuando me habían dejado ir al servicio había podido ver que había varios hombres en la puerta de mi habitación junto a una escalera que no tenía ni idea a donde iba.Lo que fuera que Veck tenía planeado lo había hecho con muchas personas más que el mafioso de Fabio.Fijándome en las malas pintas de los que estaban fuera no me habría extrañado que Veck los conociese por contactos de delincuentes de la cárcel.

Cuando ya empezó a entrar una pequeña luminosidad en la habitación procedente de un tragaluz de una esquina,comprendí que iba a tener que hacerme a la idea de que cabía la posibilidad de que nadie me encontrase.Aquellos pensamientos me hicieron llorar un rato más mientras el miedo seguía presente en todo mi cuerpo.

Fabio había vuelto a entrar antes.Se había quedado en la punta de la cama,observándome sin ponerme una sola mano encima pero haciéndome algo muchísimo peor.Me había torturado apagando la luz roja que había en un lado de la habitación.

Me había dejado a oscuras durante minutos,minutos en los que estuve más aterrorizada que en toda mi vida;el saber que él estaba ahí,a mis pies,a oscuras y que podía hacerme algo,había sido lo mismo que con Veck,pero peor,porque en esta ocasión yo no podía defenderme,no podía huir de nadie,estaba atada y podían hacer conmigo lo que les diera la gana.Su risa al escuchar mis sollozos y mis suplicas para que encendiera la luz,aún resonaban en mi cabeza.

Cuando se marchó intenté tranquilizarme,y así seguía desde hacía no sé cuanto tiempo.Fuera la música había dejado de resonar tan fuerte,y hacía minutos que solo escuchaba mi propia respiración acelerada.Entonces,de repente,escuché un ruido procedente del piso superior.Era como si muchas personas estuviesen corriendo sobre mi cabeza y entonces los que estaban fuera empezaron a gritarse entre ellos y a eso se les sumó un montón de ruidos de disparos y más gritos.Me puse en tensión con el corazón en un puño hasta que Veck apareció por la puerta,con la cara sudorosa y el rostro más temible que nunca.

Se acercó hasta mí y con un movimiento rápido me liberó de las cadenas.Cuando vi lo que llevaba en la mano intenté alejarme de él todo lo posible.Me clavó la punta de la pistola en un costado de mi cuerpo y me quedé petrificada.

-Ni se te ocurra mover un solo músculo-me dijo haciéndome daño con la presión.

-Por favor...-dije entre sollozos cuando comprendí que ese hombre era capaz de cualquier cosa.

-¡Cállate!-dijo empujándome hacia una puerta que había fuera y por un pasillo a oscuras.

Aquella falta de luminosidad me puso de los nervios y el miedo se apoderó de todo mi ser haciéndome muy difícil dar un paso tras otro.Estaba petrificada,así de simple,ese hombre del demonio podía hacer lo que le diera la gana conmigo que yo apenas podría defenderme.Me siguió empujando por ese pasillo hasta que llegamos a otra puerta.Escuche a personas a lo lejos y cuando oí como alguien gritaba ¡policía! Mis esperanzas dieron un vuelco.Dios mío,me habían encontrado.

La luz me dio de lleno en los ojos cuando Veck me empujó por esa puerta,saliendo a un aparcamiento abandonado al aire libre.Lo que él no se esperaba era los por lo menos veinte policías que había allí controlando la zona y apuntando hacia nosotros.Veck me empujó contra su pecho y me apuntó con la pistola.

El y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora