Capítulo #1

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—Toc toc.

...¿Qué es eso? ¿Estoy en un sueño lúcido?... ¿Qué es ese sonido? ¿Parca viniste por mí? Déjame dormir 5 minutos más... y luego me voy contigo, te lo prometo...

—Hijo la alarma sonó hace 10 minutos ya levántate  —la verdad hubiera preferido que fuese la parca.

—Mamá 5 minutos más...  —¿Por qué hay que ir al colegio un lunes? La semana no puede empezar el martes, los lunes me gustan pero me da pereza la idea de ir a la escuela. Y sí... Pasaran el inicio de semana a los martes, eso estaría genial...

—¡¡Liam Grant!! Qué te levantes ahora, te me alistas y bajas a comer.

—Adiós camita te voy a extrañar, nos vemos en la noche...

—¡¡¡Liammm!!!

—¡¡¡Voy!!!   —de acuerdo, ya debo acostumbrarme que en esta casa les gustan madrugar, pero si apenas son las 7:45 nosotros entramos a las 8:00...

—¡Entramos a las 8!   —ok este papel de chico despreocupado no se me da tan bien que digamos no quiero llegar tarde a clases  —¿¡Dónde está mi baño!?

Admito que estoy mas dormido que despierto, entré al baño como pude, tomé el cepillo de dientes y empecé a cepillarlos con una mezcla de pereza y rapidez ya que voy tarde, esto me pasa por quedarme toda la madrugada leyendo y no haber dormido casi nada, aunque a quien engaño me arrepiento en lo más mínimo porque ese libro es uno de los mejores que he leído en mi vida.

Salí del baño luego de darme una ducha más rápido que el rayo McQueen, hora de buscar que ponerme. Con el tiempo corriendo y mi gran habilidad para tomar decisiones tardaré horas en encontrar algo... Ajá ya te ví, un pantalón negro, franela blanca y una camisa de cuadros por encima, perfecto.

Una chequeada al espejo, cabello ligeramente muy despeinado; listo, ojeras como las de un mapache por no dormir lo suficiente; listo, un humor amigable y dispuesto a hablar con todo el mundo... Nah esa opción está en un veremos.

Ya me arreglé, recogí lo necesario y aún tengo tiempo de comer, así que, relájate Liam Grant,  fui bajando las escaleras en dirección a la cocina para desayunar cuando veo que mi cocina está siendo saqueada por un mapache.

—¿Anthony es enserio? Te vas a acabar toda mi mermelada  —siguió untando la mermelada a su pan como si no le hubiera dicho nada  —Es increíble que a ti te hagan el desayuno y yo me lo tenga que preparar.

—Es que mi querido Liam, cuando entenderás que en esta casa yo soy el consentido  —lo dijo con un tono de burla, pero con una cara de lastima hacia mi.

—No digas que en esta casa lo tienes que hacer todo tú  —entró mi madre a la cocina y mientras lo decía me lanzó una de sus miradas asesinas  —Aquí está tu desayuno, lo preparé hace rato, le puse tu mermelada favorita y le corté los bordes   —Me entregó una bolsita de papel con mi desayuno adentro.

Mi madre es una persona muy centrada y decidida, en conclusión la que lleva los pantalones en el matrimonio, por supuesto no lo digo en voz alta porque lastimaria los sentimientos de mi padre, pero cuando se lo propone junto a Anthony le gusta tomarme mucho el pelo.

—Awww que linda  —le di un fuerte abrazo  —Mamá tu sabes que yo te quiero mucho.

—Ujumm eso dicen y luego cuando eres viejo te olvidan en un asilo 
—comentó Anthony miéntras se comía su sandwich con un tono de abuelo regañon.

—Para tu edad sería un orfanato, Thony a veces me preocupa mucho que tus padres piensen que te tenemos amenazado para que nunca salgas de nuestra casa  —dije con un tono de falsa preocupación   —De verdad pasas más tiempo aquí que en tu propia casa.

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