Capítulo #8

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La música se escucha por toda la casa, me retumba en los oídos la buena música, está sonando una mezcla de melodías medias, otras más agudas y yo acompañando con mi amado bajo para completar la armonía. Cómo mis padres salieron temprano esta mañana tengo la casa para mi solito y bueno hay que aprovechar la ocasión para disfrutar el tiempo que tengo está mañana, ya que hoy no tuvimos clases porque los profesores tenían que asistir a una reunión o algo así, nos dieron el día libre.

Con eso aprovechamos los chicos de organizarnos en tres grupos para repartirnos las tareas del festival, un grupo se encargará de las cosas necesarias para los frappés como vasos, pitillos entre otras cosas, el segundo grupo es el encargado de conseguir lo ingredientes para las bebidas que si frutas y eso, y por último mi grupo que nos quedamos con la tarea de conseguir la ambientación y hacer la promoción del puesto gracias al afán de Anthony, ya que el niño quería ser el encargado de toda la decoración.

Se supone que los chicos van a venir a mi casa más o menos como a las 8:50 para salir y comprar todo de una vez, en ese grupo están Antho, Valery, Abby y otros chicos de mi salón y de la otra clase, pero como no tengo mucho que hacer toca escuchar música y esperar.

Ya llevo un buen rato esperando, sigo con la música a todo volumen, pero ya me estoy aburriendo y nada que llega esta gente.

De verdad que a veces me pregunto ¿Por qué existe gente tan impuntual? Tengo más de una hora esperando a mis queridos compañeros y nada, son las 9:40 ya hasta llegaron mis padres y nada que llegan los demás.

Como esperar cansa no pienso volverme viejo esperando sin hacer nada -tomaré un tazón con cereal porque este que está aquí tiene hambre- susurro para mí.

Busco en el refrigerador la leche, abro la alacena en busca de cereal y me encuentro con la sorpresa de que no está.

-Hijo si buscar cereal te voy a decir que Anthony se lo comió ayer- dice mi mamá entrando a la cocina con su bolso en la mano.

-Ese mapache nos va a dejar pobres un día de estos, ¿Te han llamado del trabajo?
-pregunto con algo de curiosidad, como dijo que tenía que salir luego, no es normal que ella salga así de repente.

Mi madre se ríe antes de responder
-Me dijeron que tienen un problema con uno de los patrocinadores y van a hacer una reunión para resolver el asunto -toma las llaves del carro para caminar a la salida, antes de cerrar la puerta me grita.

-Liam si quieres te puedes preparar un sándwich de mermelada, en el refrigerador está todo.

-Gracias mamá -le respondo aunque sé que no me escucho.

Preparo mi pan con la última gota de la mejor mermelada que he probado en toda mi vida y miro la hora en mi celular sobre el mesón, me estreso al ver que ya se hace tarde y ni siquiera Anthony ha llegado. Estoy apunto de disfrutar mi pan cuando escucho el timbre, dejo mi sabroso pan en el plato y me dirijo a la entrada, lo que me recibe al abrir la puerta es la cara de un mapache.

-Llevo más de una hora esperando que lleguen -le digo un poco disgustado -Se supone que ya todos deberían estar aquí.

-Yo también te quiero Lim Lim- me responde para pasar y tirar su bolso en uno de los sofás de la sala -Valery debe estar por llegar ¿tienes algo de comer?

No le respondo cuando ya está viendo mi pan -Te puedes comer todo lo demás, pero mi pan no -él extiende la mano en dirección al pan y yo lo miro feo.

-Lim tienes que aprender a compartir.

-Siempre comparto contigo, es lo último que queda de la mermelada Thony.

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