Respiré hondo, puse mis pies sobre mi patineta y comencé a impulsarme, miré adelante un cono y... Lo salté.
—¡Lo hice! —exclamé alegre e hice gestos de victoria todavía parada sobre mi patineta.
Lástima que mi novio no estaba para verlo. Por suerte me grabo Verónica que me había ofrecido su amistad esa misma mañana.
—Vas muy bien Tulipán. Creo que ser youtuber es tu trabajo ideal —comentó Verónica con sinceridad y me devolvió mi teléfono—. Luego de que edites el vídeo avísame para verlo.
—Gracias Vero. ¿Sabes dónde estará Leo?
—Tu novio debe estar en el trabajo, a veces le ponen horas extras. Por suerte pronto será fiscal.
—Me alegra que mejoré. Solo espero que ser fiscal no le haga olvidarse de mí —mencioné sincera y suspiré—. Me da miedo arriesgarme a amarlo y que él se cansé de mí por ser tan torpe. La verdad no le culparía, los pocos chicos con que he salido me dejaron por esa razón.
—Tuli, ¿te puedo decir Tuli? —dijo Verónica; yo asentí—. Leo te ama de verdad. Tanto es su amor que jamás se cansaría de ti. Ama tus defectos y virtudes. Yo creo que si fuera por él se casarían mañana mismo. De verás que solo verte le hace feliz.
—Gracias Vero —expresé conmovida y abracé a la chica—. Eres buena amiga.
—Lo sé, pero si dejas de abrazarme te lo agradecería.
Apenada solté a Verónica y ella me regaló una sonrisa.
—Me voy, tengo que prepararme para una cita con Leonardo.
—¿Cuál Leonardo? ¿Vinchi o León? —cuestione sorprendida.
—Con Leonardo a secas, le dicen León, pero yo nunca le llamaré así al muy pesado, eso alimentaría su ego —explicó ella con tono fastidiado—. Es insoportable. Deseame suerte y que no terminé siendo una asesina.
Asentí y vi a Verónica alejarse. Me senté en un banco a mirar el vídeo que había grabado y comencé a editarlo hasta aburrirme. Me levanté y monté en mi patineta por el sendero del parque para matar tiempo.
Todo iba bien hasta que vi a lo lejos una figura familiar hablando con un chica. Sonreí patinando en su dirección y me detuve al ver que el chico la besaba. No podía ser posible que esa persona fuera Leo, quizás era Vinchi, si debía ser Vinchi.
Patine en otra dirección trantando de no dudar de Leo y al ver a dos de los Leonardos baje de mi patineta para acercarme y ver si alguno de los dos era mi novio para asegurarme de que no me traicionaba.
—Hola —murmuré tímidamente.
—Hola cuñadita —saludo uno, ese debía ser Vinchi.
Mis ojos se fijaron en el otro y él arqueo una ceja con el rostro neutro, era León. Eso significa que Leonardo... No, no y no.
—Díganme que alguno de ustedes es Leo.
Ambos negaron con la cabeza; justo lo que temía. Mis ojos se cristalizaron al instante y me obligué a mí misma a ser fuerte, a no romperme delante de los otros Leonardos.
—¿Te sucede algo? —cuestionó León—. Parece que fueras a llorar Pan.
¿Pan? Ese apodo me traía recuerdos de cuando estaba en sexto grado. Yo jugando a los escondidos con los trillizos, yo llorando porque León me decía fea o bruja; simplemente un montón de imágenes de ellos conmigo.
En ese momento me eché a llorar y sentí que alguno de los chicos me abrazaba, debía ser Vinchi, León no era así de cariñoso conmigo.
—¿Por qué lloras Tui? —indagó Vinchi.
—Leonardo DiCaprio me mintió —respondí sollozando.
—¿A qué te refieres loca? —cuestionó León.
—Lo vi besando a otra chica —susurré.
—Eso vamos a confirmarlo —indicó Vinchi con seriedad y me soltó aguantándome de la mano—. Mi hermano no besaría a otra chica.
—Está demasiado enamorado de ti. —concordó León.
—Lo vi con mis propios ojos.
—¿Segura? —cuestionaron ambos chicos al unísono.
Realmente solo lo había visto de lejos, pero yo tenía buena visión.
—Di dónde lo viste —ordenó Vinchi.
Respondí en un murmuro y fui arrastrada por DaVinchi hasta el lugar. Los dos chicos que me acompañaban vieron conmigo a un chico hablar al lado de la chica, ambos hablando con Stella. Ante aquella escena los hermanos se golpearon la frente. Ahora que le veía de cerca notaba que no era mi novio.
—Ese es nuestro primo —dijeron al unísono con tono fastidiado.
Vaya malentendido.
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Reina de la torpeza
DiversosA ella siempre le pasaba algo debido a su torpeza. Y un día gracias a esa torpeza se encontro con él, un chico que amaba el patinaje. Él se ofreció a sostenerla. Pero, ¿sería la torpeza un impedimento para que se acercarán? Saga "chicasflores" 7