Reina de la torpeza

Capítulo 14

—¿Qué quieres que te haga en el pelo? —cuestione observando por el espejo a Verónica.

—Quiero unas betas azules.

—Dalo por hecho —afirmé.

Me agaché y busqué algunos productos para el pelo, al pararme dejé lo necesario sobre una mesa y terminé poniéndome manos a la obra.

...

—¿Todavía eres novia de Leonardo? —interrogó Verónica.

Detuve mi mano sosteniendo con fuerza el peine en ella y force una sonrisa siguiendo con mi labor de peinar a esa chica

—Lo dejé ayer.

—Pero es buen chico y se nota que te quiere —comentó sincera.

—¿Él te pidió decirme eso o qué? —cuestione molesta—. No le hablaré más.

—Eres algo orgullosa, ¿verdad?

—En mi familia somos doce chicas y todas tenemos un carácter fuerte —mencioné neutra y comencé a trenzar el pelo de Verónica.

—¿No te importa si le coqueteo a Leonardo?

—Para nada —afirmé.

...

Se nota que te quiere.

Bufé y crucé mis brazos con expresión seria. Me desagradaba Verónica. Seguí mi camino con sus palabras persiguiendome, pero sacudí mi cabeza tratando de olvidar. Entonces sentí que pise algo y al mirar mi converse vi que era estiércol. ¡Asco! Rápidamente limpié mi zapato en la hierba con desagrado y resople frustrada. Maldita fuera mi torpeza.

—Parece que no estás teniendo una buena tarde.

Esa voz me sonaba. De reojo divise a el menor de los Leonardos pararse a mi lado con expresión neutra. Debía ser él por la voz ronca y la mala cara.

—Mi hermano anda en modo automático. ¿Es tu culpa cierto?

—¿Modo automático? —pregunté confusa.

—Haciendo las cosas porque debe hacerlas. Se supone que él sea el alegre y yo él insoportable, pero DiCaprio está sin ánimo.

—¿En serio? —indagué sorprendida—. No puede estar tan mal... No soy tan importante como para que se ponga así por mi culpa.

—Ahí te equivocas —aseguró León.

—¿Cómo dices? —inquirí confusa.

Él sonrió mirando el suelo; era la primera vez que le veía sonreír y sí que tenía una sonrisa hermosa.

—¿Sabes inglés? —interrogó Leonardo ladeando su cabeza. Yo negué—. Remember soon the past, Bread.

Remember es recuerda. Pero qué significaban las otras palabras. Tenía que haber aprendido más que solo palabras en inglés.

—¿Qué debo recordar? —pregunté confusa.

El chico se encogió de hombros sonriendo, mas luego se volvió a poner serio desapareciendo su hermosa sonrisa.

—Eso es lo que debes descubrir...

Él pareció querer decir algo más, pero se calló y se giró caminando quizás a su casa. Yo terminé de limpiar mi zapato y seguí caminando. En cierta parte del camino vi a otro Leonardo sentado en un banco mirando a la nada con una patineta bajo al lado de sus pies y una expresión neutra en su cara. Supuse que sería DiCaprio y crucé por la hierba evitando pasarle por delante.

Ahora me sentía mal por aquel chico que llamaba amigo y me detuve volteandome para caminar en su dirección casi por inepcia. Entonces fui y me pare frente a él. Leonardo subió lentamente su vista hasta mi rostro viéndome con sorpresa.

—Hola desconocido, ¿puedo sentarme a tu derecha?

DiCaprio asintió y yo me senté viendo mis manos.

—Lamento si te herí. Yo... Temo que tu madre me traté mal y temo por tu bienestar.

Apenada agaché mi cabeza tapando mi rostro con mi pelo. Leonardo se agachó frente a mí mirándome a los ojos.

—Me cuido solito y... Te cuido a ti, Tulipán.

—Perdóname amigo. Quiero cumplir lo que me pediste.

Él asintió dándome su mejor sonrisa y volvió a sentarse a mi lado. Al mirarlo noté que estaba triste. Pasé suavemente mi mano por su sedoso pelo y le abracé.

—Puedes decirme si te sientes mal o te inquietan cosas —aseguré calmadamente.

—Quisiera...

—¿Qué? —inquirí—. Dilo Leo.

—Nada.

Me separé un poco del cuerpo de Leonardo y fijé mi vista en sus ojos, entreabri mis labios para decirle algo, pero los cerré para no meterme en el tema. Me levanté y Leonardo imitó mi acción. Me alsé un poco para besar su mejilla y me alejé un poco viéndolo a los ojos. Sus ojos expresaban cosas que para mí eran inentendibles.

Murmuré un adiós y le di la espalda.