La fragancia es dulce

4. Los hilos

Mew salió de la ducha con una toalla colgando de su cuello. El cabello escurria hilos de agua fría y sin querer sus ojos viajaban entre la cama y la ventana que daba a la casa vecina. Todo el tiempo estaba pendiente, mientras ayudaba a leo con su tarea, mientras cuidaba que se diera un baño, mientras la hacía dormir.

Sobre su cama el libro que joss le entregó, lo observó varias veces pero aún no saco la cubierta plástica. "quizás mañana"

Se sentó en la orilla de la cama, quitó la toalla que cubría su cuerpo desde la cintura para abajo y se acostó sin secar su cabello. Afirmó el cuerpo en el respaldo, sus párpados comenzaron a pesar a la vez que sus ojos se empañaron  y varias veces respiro profundamente para bostezar.

-está rutina me está matando- suspiro y sacudió su cabello con la toalla de su cuello, retirando el exceso de agua. Una última ojeada a la casa vecina y se acostó a dormir dejándose envolver por el manto nocturno presa del cansancio.

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Gemidos y sonidos de chapotea llenaron sus sentidos, era como el sonido sacado de una película para adultos. Sus manos recorrían una piel inusualmente suave, cálida, sus dedos se enterraron en la carne mientras escuchaba las melodiosas reacciones acústicas de la parte contraria.

Un par de firmes piernas se enredaron en su cintura haciendo que se entierre más profundo en la cavidad caliente que abrazaba su miembro erecto. El aroma frutal delicioso que llegaba a su nariz; bajo el rostro aún sin abrir los ojos para dar una fuerte bocanada de aire en el rincón de ese cuello que por instinto sabía dónde estaba.

La forma, los dedos que se deslizan con uñas rasgando la piel de su espalda.
Mew jadeo nuevamente sintiéndose sorprendido incluso de disfrutar tanto el acto sexual, escucho una risita baja, conocida, suave, tan suave que erizó su piel e hizo estrechar más sus brazos, apretando con fuerza el cuerpo que poseía.

-Hagamos un cachorro mew-jadeo. - embarazame-

Inquieto se aferraba al alfa dando caricias y oliendo su cabello. Mew elevó su rostro apartándose por primera vez para ver a la persona, detuvo el movimiento de su cadera un instante y vio la sonrisa exhausta de la actividad sexual, apartó el cabello humedecido por el sudor. - te extrañe tanto-jadeo mew. Quiso llorar en cuanto esa sonrisa se instaló en su memoria. El omega besos sus mejillas varias veces, acarició los mismos lugares y su pecho. - anhelo tanto esto-nuevamente aspiró su aroma.

Gulf le quedó viendo fijamente como esperando una reacción y mew sintió como su corazón se agitaba de felicidad. Beso sus labios y al notarlos fríos se apartó exaltado.

-estás frío, bebé ¿Estás bien? … -

-Conoces mi apariencia y mi aroma pero nada más…¿qué esperabas? Soy un sueño-

Y mew despertó.

-¡miuuuuuuuuuu! Levántate, voy tarde- leo como una alarma lo sacó de su comodidad.

El sol ya estaba en lo más alto, en este momento su mayor anhelo fue que su hija saliera de su cuarto para tener un poco de privacidad, la necesitaba para solucionar ciertos temas de adulto que hace años no sufría.

Eran las 9 de la mañana y leo tomaba el bus a las 9:15. "otro día con desayuno express" en cuanto la menor salió de la habitación cambio su ropa por algo ligero y cómodo para llevarla a tomar el transporte.

"-¿y cuando planean darme un nieto? La casa está tan sola-" escucho una voz mayor y masculina cuando regresaba a su casa. Afirmó la espalda en el cemento de la entrada cuando escucho la respuesta.

"-papá, deja de acosar a joss, es gulf quien no quiere bebés -"

" - No es acoso. Ya que tu nunca te pusiste las pilas me toca intentar con mi otro hijo, a max jamás la veo, pensé que con mis dos alfas tendría muchos nietos pero tengo mis esperanzas en mi pequeño omega-"