La fragancia es dulce

16.los Extremos

Mew durmió durante toda la noche y un día entero,  cuando abrió los ojos no había nada de luz,  algunos complejos aparatos tenían luces verdes,  rojas parpadeantes a su costado y hacían un sonido monótono que interrumpía la tranquilidad en ese lugar tan silencioso. Quiso mover sus brazos pero no fue posible,  como si tuviera dos bloques de cemento y casi así era.

Miró a la ventana,  la luz afuera era artificial y opaca, sin mucha presión un apretón se hizo notar desde la punta de sus dedos,  tenía tanto frío que no se percató de la persona que dormía a su costado.

En una silla pequeña e incómoda había un pequeño bulto cubierto con una manta a cuadrille celeste.

Su mente estaba nublada, sólo recordaba fragmentos de lo que había sucedido antes de perder la consciencia, en ese momento su mente viajó demasiado lejos para poder retroceder a lo que sucedía a su alrededor.

Su persona única.

La sonrisa de él.

Su forma de hablar.

Su forma de escribir.

Su forma de caminar.
Flashback

-Gulf… - mew respiro profundamente. Miró al chico que frente a él desvía la mirada para prestarle atención. - te amo… -

El rostro de gulf aquel día fue tan difuso. Sus mejillas sonrojadas, sus ojos brillaron.

Mew puso ambas manos sobre la mesa de la biblioteca. Ese lugar siempre era habitado por tres personas. La bibliotecaria y ellos. Es casi un secreto, pueden pasar horas recostados en el piso leyendo en silencio. Mew siente las manos de gulf acariciar sus orejas y cuello, le da mimos cada vez que mew esta a su lado y sólo es tan natural.

-¿es por la prueba… -

-no… te amo desde que te vi la. Primera vez… conocernos solo hizo que me enamore mas de ti-

-yo también… osea… es extraño,  no se como explicar esto si es amor,  ansiedad,  miedo… si no estás es es como si siempre hiciera frío -

-para mi es igual… ¿Crees que estar enamorado es así para todos? - respondió el alfa con nerviosismo.

-alfa… estoy feliz si es solo nuestra única forma de amar- gulf le dio una sonrisa leve.

Fin flashback

Mew ni siquiera alcanzó a darle un beso y probar sus labios. Todo ocurrió demasiado rápido y aunque en el aire quedaron esas palabras durante mucho tiempo,  nunca se habían concretado.

Cuando las personas están cerca de la muerte,  dicen que pasan sus momentos más felices frente a sus ojos. Si ese era el caso,  debió ser alguien demasiado egoísta,  quiso pensar en leo pero incluso esos recuerdos ahora estaban teñidos con la imagen de gulf.

Como juegan,  como conversan,  la forma en que la niña puede pasar horas escuchando cosas sin sentido que el omega le cuenta,  sus historias,  la forma en la que escribe. Él.

El primer recuerdo siempre es casi sagrado,  realmente está no fue la primera vez que perdió de esa manera el sentido solo que la vez anterior se atiborro de pastillas y estuvo una semana ingresado en una clínica que se especializa en alfas dominantes o puros. Y es que era demasiado difícil vivir con él mismo durante un tiempo. Pero cada vez que su mente se pierde,  viaja… viaja a esa única y primera imagen que jamás volvería a revivir, un gulf pequeño a contraluz recitando algo solo para él mientras el aroma a frutas,  pastel,  dulce e inocente fragancia; llega a sus sentidos quitándole incluso las palabras.