Cómo ser madre

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Quiero hablar con Bulma-dijo Vegeta por segunda vez. En la primera no lo habían escuchado, su tono comenzaba a volverse impaciente.

¿Tiene cita? La señorita Brief está muy ocupada-dijo la mujer que lo atendía con tono robótico. Vegeta gruñó con fastidio al escuchar la respuesta.

Soy su esposo, no necesito una- dijo nuevamente con enojo en su voz. La situación era ridícula, estaba en la entrada del laboratorio de su esposa hablando con su maldita asistente en su propia casa.

Ya sé eso señor Vegeta, pero la señorita Bulma me pidió que me asegurara de que nadie la molestara estos días porque estaba ocupándose de asuntos muy importantes- aseguró la mujer. Aunque mantenía su tono sin cambiarlo, ver la ira creciente del saiyajin la ponía un poco nerviosa.

Llámala y dile que soy yo o destrozaré la entrada del laboratorio -amenazó. La mujer comenzó a sudar frío al escuchar tal amenaza.

De inmediato-respondió mientras levantaba el teléfono para llamar a su jefa. Sabía que entendería que esa fue una situación límite, no creía que ella quisiera que él destrozara su laboratorio.

Antes de que terminara de marcar el número, la puerta del laboratorio se abrió. Bulma salió de ella, tenía una expresión perdida en su rostro, sus bellos ojos azules tenían grandes ojeras abajo de ellos y su melena azul estaba totalmente despeinada.

Siguió caminando lentamente como si de un zombie se tratara pasando al lado de Vegeta sin inmutarse por ello. El saiyajin la miró de reojo cuando eso sucedió, no estaba sorprendido en lo más mínimo.

Qué bueno que ya salió-dijo la asistente con alivio, no sería la causante de ninguna situación problemática entre su jefa y su esposo.

Vegeta se dirigió a seguir a Bulma sin demasiada prisa, la misma había seguido caminando rumbo a su habitación matrimonial. Vio a la mujer sentarse en la cama apenas entró y luego recostarse parcialmente en ella. Se sentó a su lado y la peliazul pareció notar su existencia en cuanto estuvo cerca de ella.

Vegeta-dijo ella con sorpresa, el saiyajin no respondió intentando adivinar en qué estado se encontraba su esposa- perdóname, yo no quería estar tres días encerrada en el laboratorio pero es que tenía algo muy importante que...zzz-dijo hasta que se quedó parcialmente dormida.

Su cabeza giró hacia un lado por el peso de la gravedad y se despertó abruptamente mirando con los ojos muy abiertos a su esposo otra vez.

No te he estado prestando atención y lo siento es que tuve mucho trabajo -dijo nuevamente la científica con algo de preocupación, sus ojos estaban algo rojos y brillantes-Salí lo más pronto posible porque quería pasar un poco de tiempo contigo- se excusó con un habla lenta, parecía estar muy extenuada.

Estas demente mujer-dijo Vegeta, tan solo atinó a posar suavemente su mano enguantada sobre la mejilla de ella. La misma comenzó a cerrar los ojos lentamente al sentir el contacto, estaba agotada-Otra vez-dijo el príncipe saiyajin al ver aquella escena, no era algo nuevo.

La cargó en sus brazos para acomodarla en la cama adecuadamente para que estuviera cómoda, sabía que necesitaba dormir. En cuanto terminó de hacerlo y la cubrió con una manta salió de la habitación cerrando la puerta.
Bulma abrió sus ojos nuevamente al escuchar el ruido de la salida de Vegeta, se levantó abruptamente mientras intentaba ordenar sus ideas que ahora no estaban del todo claras.

He estado en mi laboratorio tres días seguidos, no puedo dormirme-dijo la peliazul con determinación-Vegeta se ha estado ocupando de todo, ni siquiera vi cómo están los niños ni le presté atención a él-dijo con preocupación en su exhausto rostro.

Colección de Oneshots /Vegebul/VXBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora