Tal vez en otro universo

Parte 16

Peter salió nuevamente por la ventana, esta vez hacia la que estaba al lado de Ginebra y pudo observar lo que ella decía. Realmente estaban arrastrando a una pobre chica

–Frank deja que nos alcancen!!!–hablo aterrada ella pero con seguridad

–Ginebra estás loca!!! Tu padre me paga para mantenerte a salvo. Si Stephen Strange se entera que te puse en peligro...–

–HAY QUE AYUDARLA, ya debe tener toda la espalda con cortes, se puede morir y...–

–Tenemos que esperar que venga algún superhéroe, no es nuestra tarea–respondió agarrando con fuerza el volante y aumentando la velocidad. Con nerviosísimo observó por el espejo retrovisor y las motos continuaban detrás de ellos persiguiéndolos

Gin al escuchar eso recapacito, ya hacían 10 cuadras que estaban siendo perseguidos. Donde estaba Spiderman? Rápidamente agarró su celular y con desesperación llamó a Peter

Pero él no contestó ninguna de sus llamadas

Pittsburgh observaba inquieto la situación, también esperaba que se encargara el Spiderman de este universo pero no habían señales de que este apareciera

Sabía que no tenía que meterse, sabía qué tanto Ginebra como Frank estaban en peligro, lo mejor sería encargarse de la seguridad de ellos y no meterse en cosas que no le incumben. Pero eso era algo que realmente no podía hacer

En su universo era Spiderman y en situaciones cómo está se veía obligado a interceder

–Mierda–exclamo cambiándose de lugar con dificultad y sentandose de copiloto.–Frank haremos lo siguiente, cuando yo le diga usted va frenar. Ginebra tene abierta tu puerta pero no la soltes, solo hazlo cuando tengas a la chica enfrente tuyo. Yo me encargaré de romper la cadena–

–No voy a hacer eso–dijo Frank acelerando

–Y como la subimos al auto? Están llenos de armas nos van a disparar–exclamo nerviosa

–Eso ya lo veremos en el momento–dijo sin preocupaciones ya que él era un experto en improvisar las cosas.–Bueno están todos listos?–pregunto sin importarle de qué Frank gritara una y otra vez que no iba a frenar, que estaban locos y que no tenían que meterse

–Si, estoy lista–dijo Ginebra pensando que jamás en la vida se había imaginado estar en esta situación. Después de lo ocurrido con su madre quería mantenerse lo más lejos posible de los problemas de los superhéroes, aunque vivía precisamente con uno

Ella era una persona valiente sin dudas, pero aunque se había empeñado a ayudar a esa pobre chica, todo este plan le parecía una verdadera locura. Los tipos que se encontraban en las motocicletas estaban increíblemente armados, cualquier cosa con un mínimo movimiento podría salir increíblemente mal para los 4

–NO VOY A FRENAR–grito Frank por última vez

–Bueno entonces yo lo haré–exclamó Peter. Luego de gritarle a Ginebra que se agarrará, subio con fuerza el freno de mano rogando que por la velocidad con la que estaban andando, el vehículo no se diera vuelta

Tres primeras motos los adelantaron con una gran distancia sin darse cuenta de la maniobra que ellos habían hecho. Ginebra observó como la moto que llevaba arrastrando a la chica con una larga cadena con unos eslabones muy gruesos se adelantó, por lo que cuando tuvo a la rubia que lloraba sin parar enfrente de ella abrió con fuerza la puerta del auto y tomó una de sus manos, mientras con la otra se agarraba fuertemente del cinturón de su asiento

Frank observó esto horrorizado, colocó primera y arrancó nuevamente el auto al observar que las motos continuaban su camino. Las mismas iban a arrastrar también a Ginebra si se quedaban quietos

Peter también abrió su puerta, tomo con fuerza la cadena y la rompió en dos justo en el momento en cual dos de las motos volvían hacia ellos, mientras observaba como algunos de los mafiosos sacaban sus armas y las apuntaban hacia ellos

–Muchas gracias–exclamo exhausta la chica hacia Gin.–Pensaba que iba a morir por Dios, muchas gracias–hablaba con dificultad por lo angustiada que se encontraba

Sirenas de policías y lo que parecía ser una ambulancia comenzaron a sonar desde lejos. Por lo qué una de las motos siguió el camino de las otras tres restantes. Mientras que la última con valor continuo avanzando hacia ellos apuntándolos con una ametralladora

–CÚBRANSE!!!!–grito Peter por pánico de que le pasara algo a Ginebra

Los tres se agacharon en sus asientos como pudieron. Los continuos disparos perforaban los vidrios del auto negro de Frank

La moto continuaba avanzando a medida que disparaba y los mismos parecían no terminar jamás

Frank sin importarle lo que pudiera pasar, salió de su escondite y colocándose firme al volante manejó hacia los mafiosos

Dos, tres tiros atravesaron su pecho, pero logró chocar la moto que les disparaba y continuó manejando para salir de ahí lo más rápido posible

Ginebra y Peter observaron con preocupación a Frank. Ella tapó su boca al observar como pequeñas manchas de sangre comenzaban a expandirse por toda su camisa blanca

Frank la observó por el espejo retrovisor y sonrió–Estoy bien si? Tranquila–sonrió aunque realmente no lo estaba

–Para el auto Frank, debemos llevarte a un hospital–exclamo Peter señalando un espacio en el cual podía detenerse. Por un momento se odio, esta vez no estaba solo para improvisar, tenía la responsabilidad de dos personas a su cargo y no había podido realizar lo posible para salvarlas

Todo había pasado muy rápido, si Frank no chocaba a esa moto probablemente Ginebra también hubiera recibido disparos

Por un momento todo su mundo tembló. La muerte de su gran amor Gwen Stacy volvió a su mente como si estuviera viviendo ese traumático momento ahora

Ahí tampoco había podido salvarla, acaso ya no era capaz de salvar a nadie más? Era un peligro para toda la gente que lo rodeaba?

Frank detuvo el auto y Ginebra le extendió su campera para que hiciera presión en las heridas–Peter, puedes manejar?–le pregunto con dificultad por la presencia de un gran nudo en su garganta

El asintió, pero justo cuando estaba por salir del auto, observó que las motos nuevamente giraron en dirección a ellos