el pequeño detalle

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• au adolescentes y soft
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—¡Horacio! ¡Tienes una visita!— escucha la voz de su madre en la lejanía.

El anuncio hizo que el de cresta se levantara rápidamente de la cama. Casi se tropieza con sus cosas antes de llegar a la puerta y cuando la abrió allí se encontraba él.

—¡Vik, viniste!— exclama con una sonrisa para luego lanzarse a sus brazos. Había echado de menos a su ruso, su persona favorita en este mundo.

—Me alegra verte de nuevo, Hache.— dice el contrario alegre, devolviéndole ese fuerte abrazo.

—¡Te extrañé mucho!

—Y yo a ti.

Mantuvieron ese contacto por unos segundos hasta que el de cresta se soltó, y tomándole ambas manos dice. —Ven, pasa pasa.

El menor lleva a Viktor al interior del dormitorio, y mirando su alrededor le pregunta.

—¿Qué te parece?

—Es más grande que tu cuarto anterior.

—¿Verdad que sí?— el de cresta muestra una sonrisa. —Pero aún falta mucho por hacer, las mudanzas no son fáciles, ya lo habrás notado por el desorden, jaja.

—¿Quieres que te ayude?

—Nah, gracias, pero puedo solo.— se sienta en una esquina de la cama. —Creo que para mañana todo estará limpio, tengo que ordenar y tirar algunas cosas.

—¿Como eso?— el peligris señala una pila de periódicos, los cuales estaban sobre una maleta.

—Exacto, tengo que deshacerme de eso y... ¡Ah, es cierto!— alza un poco la voz. —También debo decorar mi habitación, lo olvidé.

—¿Decorar?— pregunta, sentándose a su lado. —¿Qué te gustaría poner?

—Bueno, pensaba en colgar los posters que tengo, quizás cambiar las cortinas, o agregar algo más... no estoy seguro, ¿tú qué opinas?

Pensativo el ruso observa de nuevo los rincones del lugar, tratando de buscar alguna idea para ofrecerle al contrario.

Su mirada se posó una vez más en aquel montón de hojas; y en esos instantes fue donde se le ocurrió una idea, algo simple, pero que de seguro le gustará.

—Horacio, creo que tengo algo en mente.— dice levantándose de la cama. Se acerca a la pila y toma un trozo de papel que luego empieza a doblar con destreza.

—¿Qué haces, Vik?— intrigado le pregunta.

Terminada su hazaña el nombrado se da la vuelta para mostrar su trabajo: un corazón hecho en origami.

El de cresta se queda asombrado, no sabía que el ruso podía hacer esa actividad.

—Quizás... podrías poner de estos en... donde tu quieras, como decoración.— se acerca hacia él de vuelta, entregándole la hoja perfectamente doblada al contrario. —Aunque no se si te gustaría...

—¿Bromeas? Vik, ¡me encanta!— le interrumpió con una voz alegre y mostrando una sonrisa. —¿Sabes? Creo que se me ocurrió algo.

Con ayuda del peligris encontró ese pequeño toque que le faltaba a su nuevo cuarto.

El par de jóvenes se la pasaron decorando los muebles y marcos de las ventanas. Volkov haciendo los corazones de papel, y Horacio uniéndolos con un hilo.

El resultado fue mejor de lo que ambos imaginaron, no solo por ese detalle que idearon, sino por el lindo momento que pasaron junto a la persona que aman.
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Fin!!

volkacio [ drabbles ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora