The ring

81 5 0
                                    

• soft
———————

Hoy era una noche especial para ambos.

En su restaurante favorito, los enamorados felizmente celebraron otro año de noviazgo.

Brindaron por los maravillosos momentos vividos, por estar en las buenas y en las malas cuando el otro lo necesitaba. Y, sobre todo, brindaron para que la llama de su amor nunca se apagara.

Chocaron sus copas y bebieron el champán. Entre divertidas conversaciones gozaban del plato principal; ese restaurante nunca decepciona, brindándoles nuevamente una deliciosa cena.

Y al terminar, llegó el momento que el ruso estuvo esperando durante toda la noche.

En cada una de sus citas, antes de pedir la cuenta, Volkov siempre se dedicó a hacerle un pequeño pero significativo regalo. Con las servilletas hace un improvisado anillo, que calza justo a la perfección en el dedo de Horacio.

Aquel pequeño detalle se volvió común en cada una de sus visitas a un restaurante. Pero, en este caso, sería un poco diferente.

Por esta fecha tan especial, el peligris planeaba darle algo aún más romántico que todos sus gestos anteriores.

Ni siquiera podía mentirse a sí mismo, por más consiente que estuviera de lo mucho que su amado lo quería, era inevitable sentir esa pequeña punzada en su pecho.

Estaba muy nervioso, este sería un gran paso no solo para él, sino para ambos y el futuro rumbo que tomaría su relación ahora en adelante.

—Horacio.— le dijo, haciendo sus esfuerzos por mantener la calma. —¿Puedo... darte algo antes de irnos?

—Déjame adivinar, ¿es uno de tus anillos de papel?— preguntó, a lo que el contrario respondió asintiendo, haciendo sonreír al menor. —Sabes lo mucho que me encantan tus anillos.

—Lo sé. Solo... voy a pedirte que cierres los ojos.

—Pero a mí me gusta ver como los haces.— algo triste le contestó.

—Es que... este será un anillo especial, es... una sorpresa.

—Aah, entiendo.— dijo convencido.

El mayor soltó un suspiro aliviado mientras observa a su pareja, quien luego de cerrar sus párpados puso la mano derecha sobre la mesa; abriéndola y extendiendo sus dedos a la espera del anillo.

—No espíes.

—No lo haré, ruso, confía en mi.

Ante la seguridad del contrario, Volkov sacó de su bolsillo una pequeña caja, la abrió y quitó su contenido.

El de cresta, impaciente por la sorpresa, internamente se emociona cuando sintió el objeto deslizarse en su anular. Pero este era diferente, percibiendo que no se trataba de un papel.

Una inexplicable marea de sentimientos le invadió cuando abrió los ojos, comprobando que, claramente, se trataba de un anillo real.

—Horacio, ¿quieres casarte conmigo?— escuchó la temblorosa voz del ruso, a quien de inmediato besó con dulzura.

No tenía las palabras suficientes para expresar lo contento que estaba, solo quería llenarle de besos a ese hombre que tanto ama.

—¡Sí, amor, sí quiero!— le respondió finalmente.

Los enamorados muestran su felicidad a través de esos besos, sonrisas y miradas tiernas. Alegres del hermoso futuro que está por venir...
.
.
.
.

- fin<3

volkacio [ drabbles ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora