Una futura familia en un pasado roto

El hogar esconde el corazón y el dolor.

Lan Xichen y Nie Mingjue tienen una pequeña charla. Jiang Cheng redecora.

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"Estoy en problemas con esos dos, ¿no?"

Lan Xichen le sonrió a su más querido amigo. Mingjue estaba de vuelta y con vida y Xichen no merecía estar en la misma habitación que él.

“Sí” respondió, dejando que su condición física escondiera su remordimiento y tristeza. Quería inclinarse ante su amigo, arrodillarse y pedir perdón, pero este Mingjue no lo entendería.

Aunque quería pensar que fue la amabilidad lo que le hizo excluir a Mingjue de recordar el pasado/futuro, su corazón sabía que era egoísmo. No quería que su amigo recordara cómo murió, quién lo mató y quién facilitó esa muerte. No quería ver odio en la expresión del hermoso hombre cuando Mingjue lo miró.

Cuando los hermanos Nie entraron en el Jingshi, Xichen casi dejó de respirar. Él estaba allí, el hombre que Xichen había amado por siempre y traicionado a través de alguien a quien alguna vez pensó que era su amigo más cercano.

Mingjue lo saludó con su sonrisa habitual y un brillo en los ojos tan intenso que parecía como si pudiera leer su alma. Duele. El dolor se instaló tan profundamente en su centro que casi pensó que el qi se desviaría de nuevo. No se merecía la amistad de Mingjue.

“Ah, ni siquiera estoy seguro de cómo terminé en medio de este lío” le dijo su amigo mientras ordenaba la mesa para preparar su comida. “Huaisang. No puedo creer que esté pensando en casarse. Sigo tratando de convencerlo de que podemos sacarlo de esto, especialmente con la forma en que van las cosas con el clan Jiang, pero él no cede”.

“Es sorprendente” dijo Xichen, tratando de no revelar nada y tratando de no mentir tampoco. “¿Has pensado en qué posición tendrá Wei Wuxian en la secta Nie? El chico es extremadamente talentoso y merece una posición adecuada después de todo lo que ha pasado. Dudo que alguna vez haya tenido uno en la secta Jiang por todo lo que lo llamaron su discípulo principal ".

Mingjue le sirvió una taza de té recién hecho y se la pasó. "Mmm. Sería bueno darle algo de seguridad, supongo, especialmente porque dudo que sea lo último que sepamos de los Jiang. Van a estar relacionados con nosotros después de la boda” Él gimió y se pasó una mano por la cara. "Huiasang, ¿qué estás tratando de hacerme?"

Xichen tomó un sorbo de su té, escondiendo una risita. Era tan bueno estar con el hombre, quería reír hasta que no podía respirar y llorar hasta que no podía más. Él no se merecía esto. No se merecía su amistad. Las palabras lo desgarraron, cuchillos de auto-odio que se arrojó a sí mismo.

"Bueno, no necesito un discípulo principal, no importa cuán talentoso sea".

"Los tres, Huaisang, Wuxian y Wen Ning, querían jurar hermandad después de la traumática cacería nocturna que experimentaron" ofreció con cuidado, esperando que su amigo no se enojara demasiado con la idea de que su hermano se vinculara con un Wen.

El rostro serio de Mingjue adquirió un ceño oscuro cuando sus dedos agarraron su taza con más fuerza. “¿Un Wen? ¿Se atreve a querer jurar hermandad con un Wen?"

Puso una mano en el brazo de Mingjue. “Los hermanos Wen le salvaron la vida. Lo protegieron cuando el extraño monstruo casi los abrumó a todos. Wuxian le dio a Subian para que lo usara y Wen Ning se paró frente a él como un escudo contra el peligro. Son de la rama de Dafen Wen. Sus vínculos con Qishan Wen son mínimos. Es posible que desee darles una oportunidad".

La pierna del líder Nie se crispó con irritación. “Son Wens, Xichén. Wens. Juré que nunca dejaría que ningún Wen se acercara a mi hermano o mi secta".